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Un centenar de personas, furiosas por los recortes de pensiones y las consecuencias de la crisis económica, han intentado asaltar la sede del Gobierno regional en Donetsk, midiendo sus fuerzas con la policía, que protegía el edificio.
Esta es la misma ciudad industrial, en el este de Ucrania, en la que el domingo por la noche la policía asaltó un campamento de “liquidadores” de Chernóbil, que estaban en huelga de hambre también por la reducción de sus pensiones. “La policía atacó y mató a un hombre que estaba dentro de una tienda”, cuenta uno de los manifestantes. “Igual que los fascistas, hacen sufrir a su propia gente. Esta es la muestra del genocidio que está teniendo lugar. La gente está dispuesta a alzarse y a utilizar los medios más radicales en su lucha”, añade.
Los manifestantes son supervivientes del desastre de 1986 y permanecían acampados en plena calle, con temperaturas de unos cero grados, desde el pasado 14 de noviembre, en respuesta a la reducción de su pensión.
En el asalto murió un “liquidador” de 70 años, parece que de un ataque cardiaco, uno de esos héroes ucranianos que en 1986 arriesgaron su vida tras la catástrofe nuclear de Chernóbil.
Estos incidentes son señales de un malestar social, que se ha hecho palpable precisamente en la ciudad natal y feudo político del presidente ucraniano Victor Yanukovich.
Gennadi Konopliov, uno de los supervivientes del desastre nuclear de Chernóbil que participaba en la acampada de protesta contra el recorte de las pensiones asignadas a las víctimas del accidente, es quien ha fallecido este domingo en la ciudad de Donetsk después de que el campamento fuera desalojado por la Policía.
Un portavoz de los acampados, Nikolai Goncharov, ha sido quien ha informado de la muerte de Konopliov, de 68 años de edad, que fue trasladado en ambulancia hasta un hospital tras el desalojo policial. Sin embargo, por el momento no se ha hecho pública la causa de su muerte y tampoco la Policía ha comentado nada al respecto.
El Ministerio de Emergencias ha levantado una gran tienda de campaña con calefacción para acoger a la mayoría de los participantes en la protesta, pero un tribunal ha dictaminado que la manifestación es ilegal y ordenó el desalojo policial, ocurrido finalmente en la noche del domingo.
Los agentes irrumpieron en la tienda central y retiraron el generador eléctrico, una estufa y cortaron la luz, ha explicado Goncharov en declaraciones a los medios de comunicación. "El ataque de la Policía a la ciudad de tiendas es un acto de terrorismo", ha señalado.
"Todo esto ha ocurrido con el consentimiento tácito del garante de la Constitución, el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich. La muerte de nuestro camarada pesará sobre su conciencia porque el presidente es el responsable de este caos", ha añadido Goncharov.