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Germigny-l'Evêque, Francia.- Un niño de 3 años murió por la atrocidad de un padre que lo metió en una lavadora, la encendió a velocidad de centrifugado y lo mantuvo adentro durante dos horas. El hecho ocurrió en Germigny-l'Evêque, en la central región francesa Seine-et-Marne.
Para maquillar la escena del crimen, los padres del menor "pidieron ayuda" a sus vecinos aduciendo que el niño se había caído y por eso tenía golpes en diversas partes de su cuerpectito.
Sin embargo, las mentiras tienen patas cortas, al menos aquí se cumplió. Y es que su hermana de cinco años no soportó la novela creada por sus padres y confesó lo sucedido a la Policía.
De acuerdo a los últimos reportes, el niño recibió tal "castigo" por dañar los dibujos de su compañero de clases. Por ello, los colegios lucieron la bandera a media asta.
Los desnaturalizados padres podrían purgar una larga condena en prisión.
La policía arrestó a Christophe, de 33 años, por la muerte del menor, y a la madre Charléne, de 25, por no impedir el crimen y no proporcionar ayuda a una persona en peligro, y los envió a la prisión de Fleury-Mérogis.
Vecinos, amigos y familiares de los implicados dijeron haber sido testigos del habitual comportamiento violento del hombre, pero se dijeron sorprendidos de que "llegara tan lejos", indicó el diario ---Le Parisien.
Charléne sacó a su hijo, congelado, de la lavadora, y corrió a buscar ayuda, pero explicó a una vecina que Bastien se había caído por la escalera.
"Yo tomé al pequeño en mis brazos. Bastien estaba blanco, sus huesos parecían todos rotos, prácticamente como un muñeco de trapo.
"Escuché el último latido de su corazón y murió", relató Alice, vecina que acudió al llamado de Charléne.
Según Alice, el padre del niño estaba recostado sobre un sillón y "de ahí no se movió".
Tras ser detenido por la policía, Christophe declaró que Bastien cayó por las escaleras, pero fue entonces cuando su hija, Maud, de cinco años, reveló lo ocurrido y aseguró que su padre siempre encerraba al niño en la lavadora.
Para la madre de Christophe, "el castigo que infligió fue resultado de un ataque de locura", pero los padres de Charléne dijeron que su yerno nunca quiso al niño.