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La Constitución fue modificada —a petición del PRD y de los que no aceptaron la victoria electoral de Calderón— porque el Consejo Coordinador Empresarial pagó cortos publicitarios en periodo electoral (2006) a favor de la responsabilidad fiscal. ¿Recuerdan a aquel niño con un billete de $20? Se lo dan después de hacer un trabajo y le dicen que, por lo menos, "hoy tiene la garantía de que ese billete tiene un valor que no cambiará de un día para otro", que es lo que sucede con el dinero de cualquier persona cuando el gobierno del país es fiscalmente irresponsable.
La irresponsabilidad fiscal consistía —en el México exclusivo del PRI del siglo 20— en dos aspectos: 1) la impresión de billetes sin respaldo en producción (lo cual generaba una galopante inflación) y 2) la adquisición de deuda pública, interna o externa, para cubrir un gasto incesante, usado para mantenerse popular. Todo esto comienza a cambiar con Zedillo pero, se solidifica con Vicente Fox y con Calderón. Por eso hoy —2011/Dic/2— la reserva mexicana de divisas está cerca de US$140 mil millones.
La directora-gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagard —quien le ganó el puesto a Carstens— felicitó a Felipe Calderón y a México por la fortaleza económica que tiene el país, gracias al manejo responsable de las finanzas públicas. Christine Lagard menionó, en forma especial, que México ha sido un ejemplo mundial por el manejo responsable de la economía.
El Consejo Coordinador Empresarial está impedido —por las reformas a la Constitución, provocadas por el berrinche de AMLO en contra de la victoria estrecha de Calderón en 2006— de volver a pagar cortos publicitarios en TV o cine o radio para resaltar cómo funciona un país cuando es manejado responsablemente por su gobierno.
La política que el Fondo Monetario Internacional sugiere que se aplique es muy sencilla: no provoques que exista más circulante que el respaldado por producción y servicios. La riqueza, pues, no es el billete o dinero, sino el nivel de producción que logre un país. De nada sirve tener billetes en la mano si no hay algo que se pueda comprar con ellos.
Tradicionalmente, los gobiernos del PRI han sido —con la excepción del sexenio de Ernesto Zedillo— estruendosamente irresponsables en el manejo de las finanzas públicas. Lo de Coahuila, Yucatán, Veracruz son solo ejemplos recientes de ese endeudamiento injustificado y sin resultados para quienes, a la larga, lo deberán pagar.
Durante el siglo 20 el PRI se financió con dinero del erario. El PAN rifaba vehículos vendiendo boletos en las esquinas. En 1997 entró a funcionar el IFE. Las condiciones de los contendientes comenzaron a balancearse. Pero la gente del PRI solo sabe, hasta hoy, una forma de financiar sus procesos electorales: usando dinero público. Como no han tenido el gobierno federal en sus manos, están usando dinero de los gobiernos estatales para ir acumulando lo necesario para su candidato construido.
Son dos formas de gobernarn muy diferentes. ¿Cuál le conviene realmente a México?