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Con indudables buenos deseos, pero con mayor enfoque populista y un mayor aún desconocimiento de la realidad académica de nuestro país, los diputados locales aprobaron la reforma que establece la obligatoriedad del bachillerato, creyendo ilusamente que la calidad académica y el progreso se obtienen por decreto.
Juan José Canul: Visiblemente nervioso cuando fue cuestionado respecto de las obras a realizar con fondos del FIDEM, puso pies en polvorosa.
La sesión comenzó con retraso de cuarenta minutos. Al iniciar, se informó que el diputado panista Renán Barrera había solicitado permiso para ausentarse, si bien éste regresó cuando la sesión llegaba a su fin y ocupó su curul, aunque no votó por no haber sido tomado en cuenta en el pase de lista inicial.
Tras la obligatoria lectura de la correspondencia legislativa, que hace que los villamelones crean que los diputados trabajan mucho, se procedió al punto que incluía la aprobación de la reforma constitucional que establecía la obligatoriedad del bachillerato.
Al pasar a tribuna para hablar a favor, el diputado priista Víctor Caballero, evidenciando su filiación masónica mencionó que la educación debía ser gratuita y laica, destacando que esta reforma ampliaba la cobertura académica del estado de nueve a doce años y comentando que obligaba a hacer los ajustes económicos para atender con calidad a los alumnos.
El diputado panista Tito Sánchez Camargo expresó que la educación para Acción Nacional es un principio de doctrina y por tanto, debía ser prioridad en el gobierno y nadie debía quedar excluido. Agregó que debía constituirse en una herramienta para que los mexicanos pudieran competir con éxito en el mercado internacional.
LLevado a votación, el punto de acuerdo fue aprobado por unanimidad. Al decretarse un receso para elaborar la minuta del asunto, abordamos al diputado priista Juan José Canul y lo cuestionamos respecto de los supuestos negocios que pretenden realizarse con fondos del FIDEM. Visiblemente nervioso, solo alcanzó a balbucear que no sabía nada del asunto y que eran inventos y con la misma, se dio media vuelta y tomó las de villadiego.
En asuntos generales, inexplicablemente ningún diputado quiso hacer uso de la palabra. Se citó a sesión el próximo jueves ocho de diciembre a las diez de la mañana.