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LONDRES.- Cuando una es una superestrella, no puede estar pendiente de todo: que si estacionar el coche, que si apagar las luces, que si cerrar un grifo... demasiadas cosas en la cabeza para prestar atención a esas pequeñeces. Y luego pasan cosas como la que le ocurrió a Rihanna en Londres el pasado domingo, que inundas la habitación de un lujoso hotel.
Poco importa si sale rubia, morena o pelirroja, Rihanna simplemente fascina a la audiencia con su actuación casi sexual en los escenarios. El "Loud Tour" ha tenido una constante, mostrar a RiRi en atrevidos y coloridos mini atuendos que constan de dos piezas indispensables: un bikini y los infaltables tacones rosado fosforescente. La interprete de "Man Down" ya no tiene que preocuparse más por el vestuario; el cuerpo y la piel aguantan más que cualquier diseño elaborado.
La cantante de Barbados se desplazó a la capital inglesa para participar en 'The X Factor' y se hospedó en dicho hotel. Cuando llegó cansada de todo el día, decidió prepararse ella misma una baño, pero olvidó cerrar el grifo al salir de la bañera. La consecuencia: la habitación quedó completamente encharcada, según han desvelado los empleados del hotel.
Al personal del hotel le costó mucho secarlo todo, aunque no se produjeron daños severos y, además, todo el equipo de Rihanna se disculpó por lo sucedido.