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Ya sea por cuestiones de higiene, la edad, la masa corporal u otros factores, la cistitis —inflamación de la vejiga— y la incontinencia urinaria son dos problemas de salud que afectan a gente joven, especialmente a mujeres, dio a conocer el Dr.Ernesto Ramos Varela, residente de Urología del Hospital "Ignacio García Téllez" Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explicó que en el caso de la cistitis es una infección de la vejiga que permanentemente se presenta en mujeres jóvenes, aunque en determinado momento cada mujer esta predispuesta a padecerla. Es ocasionada por varios motivos, una de ellas, la falta de higiene, ya que el conducto que conecta la orina con el medio exterior, llamado uretra, es muy corto en las mujeres, y eso permite que varios microorganismos lleguen o asciendan a la vejiga para infectarla.
Precisó que los síntomas de este padecimiento son dolor en el bajo vientre y ardor al orinar, además de ir a orinar poquito muchas veces en el día. El dolor o el ardor impide a las pacientes orinar porque es como un mecanismo de defensa.
Mencionó que 20 o 30% de las pacientes que consultan urología tienen este problema. Por lo regular, son mujeres jóvenes, de la segunda o cuarta década de la vida. A nivel nacional e internacional se maneja que por lo menos la mitad de todas ellas va a tener un periodo de cistitis en su vida.
—Generalmente, son infecciones del primer nivel de atención y los ve el médico familiar. Cuando se les da tratamiento y no responden, entonces son turnadas a especialistas.
Sobre el tratamiento, señaló que son antibióticos. Hay tratamientos relativamente largos, de hasta siete días, y cortos, de 72 horas. Si el paciente sigue al pie de la letra el tratamiento, se logra la curación hasta en 95%.
Admitió que si la paciente tiene otras enfermedades, como la diabetes melitus, esto predispone a que la respuesta del antibiótico sea menor o que el tratamiento se tenga que prolongar.
—Afortunadamente, es bajo el porcentaje de mujeres que no responde al tratamiento. Para eso tenemos otras pruebas, como el urocultivo y el examen de orina; ambos van marcando el curso y la respuesta a nuestro tratamiento.
Incontinencia urinaria.
En cuanto a la incontinencia urinaria, el especialista explicó que es la pérdida involuntaria de la orina. Está dividida en tres grandes grupos: la incontinencia urinaria de esfuerzo, la incontinencia urinaria de urgencia y la incontinencia urinaria mixta, es decir, que combina los dos padecimientos anteriores.
Manifestó que en el primer tipo, la pérdida de orina se da cuando hay un esfuerzo —como caminar, toser, correr, levantar algún objeto pesado o pujar— lo que resulta muy molesto. La incontinencia urinaria de urgencia es cuando hay deseo de orinar y la persona no llega al baño "a tiempo". Esta se relaciona sobre todo con infecciones.
A una pregunta, dijo que la incontinencia por esfuerzo se debe a varios factores, como la edad, el índice de masa corporal, obesidad, y otros más, como el tipo de vía de nacimiento, es decir, por un parto vaginal —que genera la distensión de los músculos del piso de la pelvis. Por estos motivos hay mujeres muy jóvenes, de 35 años, o muy grandes, de 55, con incontinencia.
—En hombres está más asociada al crecimiento prostático y a cirugías más especializadas, como de cáncer de la próstata.
En cuanto al tratamiento, comentó que primero debe determinarse el origen de la incontinencia, ya que la uretra y la vejiga son dos componentes que ayudan en determinado momento para ser un mecanismo de continencia. A la vejiga se le valoran dos cosas: lo que es el músculo y su capacidad. La vejiga tiene una capacidad normal, pero si el músculo está trabajando con un mayor ritmo, habrá un problema de incontinencia que es necesario atacar.
Agregó que en lo que se refiere a la capacidad de la vejiga, si está muy pequeña, va a predisponer a que se llene muy pronto y a que se vacíe muy pronto. También se toma en cuenta la función de la uretra, del esfínter, en el cual prácticamente está más relajado y se pierde la angulación. La corrección se realiza con medicamentos que ayudan a relajar el músculo y permiten que la capacidad de la energía sea mucho mejor.
—Además, hay también tratamientos de fortalecimiento de los músculos del piso de la pelvis, pero es para rehabilitarlo. Tenemos cirugía, la aplicación de mallas a nivel de la uretra que nos permiten, sobre todo, dar solución al problema de la incontinencia.
Finalmente, dijo que los pacientes que pueden acceder a la cirugía son los que tienen incontinencia urinaria de esfuerzo, pero aún así hay que hacer estudios, porque no todos son candidatos. L.I.