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Disney se ha convertido en un monstruo empresarial que devoraba marcas y empresas a su alrededor. Lo mismo se ha vuelto dueño de Comics Marvel, que de la distribuidora de cine Miramax. El resultado es que los superhéroes Marvel se han infantilizados, inclusive se creó un show de caricaturas anodinas llamado "Super Heroes Squad". Por otra parte, Miramax ha perdido su característica de promover cine independiente y extranjero.
Todo este preámbulo en torno a Disney es para explicar que otra de las compras importantes del consorcio ocurrió en 2004 cuando adquirió el derecho de explotación comercial de "Los Muppets". La Rana René, Miss Piggy, Gonzo, Fozzie, Rizzo, Animal y compañía forman parte de las filas Disney.
Las creaciones de Jim Henson, popularizadas en los años 80, regresan en una película que intenta revivir la nostalgia del show televisivo ochentero, pero con la influencia del musical tipo "Glee". La historia se centra en Walter, un Muppet que vive con un humano, Gary (Jason Segel), al cual considera su hermano. El problema es Gary tiene una novia, Mary (Amy Adams), pero no puede tener un romance satisfactorio por la dependencia emocional que existe entre Walter y él.
En realidad la anécdota es un pretexto para que Walter conozca a los Muppets e intente que las marionetas regresen al negocio del espectáculo. Walter es admirador de estos títiteres, pero se entera que la banda ya está desintegrada y que el teatro de los Muppets está a punto de ser derrumbado.
Como todas las películas de los Muppets, estamos ante una trama simple pero cargada de humor. Sin embargo, a este filme le falta dosis mayores de malicia; algo que sí tienen las anteriores películas. Los chistes de los Muppets tienen el característico humor negro pero sin
tanto ingenio como de antaño. Aquí la comicidad está sostenida casi en su totalidad por las actitudes de diva de Miss Piggy.
Los momentos musicales tienen muy buenas canciones. Aunque las voces de doblaje son bastante entonadas, las letras parecen perder el sentido original. Es una pena no tener la opción de verla en su idioma original. Hasta ahora, sigo sin entender porque las películas infantiles que se proyectan en México no ofrecen a su público una opción subtitulada.
Los Muppets es una cinta recomendable para aquellos que hayan sido fans del show de TV. Es un mero divertimento, con varios momentos deliciosos y un aire nostálgico.
Lo mejor: volver a ver a los Muppets, las graciosas pretensiones de Miss Piggy y las canciones.
Lo peor: se siente la ausencia de Jim Henson porque se ha diluido el ingenio original de los Muppets.