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Demostrando que él es el jefe de jefes, Carlos Salinas de Gortari obligó a Ivonne Ortega y Angélica Araujo, que no leen ni un Lágrimas y Risas, ni por casualidad, a arrear a toda la clase política municipal y estatal y llenar con un público a modo el auditorio Manuel Cepeda Peraza de la UADY, que sigue arrastrando por los suelos su autonomía y lo poco que le queda de prestigio, al subordinarse de la manera más abyecta a los despropósitos del priismo yucateco.
Ivonne Ortega chateaba cuando no la veía el jefe
Con el motivo de la presentación de su libro, ¿Que Hacer? La Alternativa Ciudadana, el político oriundo de Agualeguas, Nuevo León, propició que se congregara la plana mayor del priismo local, encabezada por su capitana, Ivonne Ortega Pacheco, que para variar, se la pasó navegando por las redes sociales desde su teléfono celular, demostrando todo el interés que el tema le despertaba. Eso sí, hay que subrayar que lo hacía cuando el jefe le daba la espalda para responder alguna pregunta.
Salinas demostró que él es el jefe de jefes
El ex mandatario destacó que era medular la participación de los ciudadanos en los diferentes ámbitos de la vida nacional para poder cambiar el rostro al país. Salinas de Gortari que se ostentó como desempleado, criticó veladamente al estado actual de la economía y la actuación del gobierno federal, cuando dijo que estamos sumidos en un estancamiento estabilizador, pues si bien no hay conmociones económicas repentinas, el país tampoco crece debido a la falta de inversión, tanto desde el sector público como el privado y a que en México, el crédito es escaso y caro.
Mauricio Sahuí, Angélica Araujo y Efraín Aguilar, pendientes de lo que se preguntaba en un auditorio con público a modo
Salinas defendió su política económica, a la que definió como liberalismo social y la política económica implementada en su sexenio consistente en las privatizaciones de diferentes empresas que estaban en manos del sector público, diciendo que el país tomó un nuevo impulso. Además festejó los logros del asistencialismo social obtenidos a través del PRONASOL, que afirmó propició verdaderos estallidos de júbilo popular y la integración de los diferentes sectores sociales con el gobierno.
Sergio Cuevas y Roberto Rodríguez Asaf, pendientes de la voz del jefe
El ex presidente contó con un público a modo, integrado por empleados públicos que se encontraban presentes, a pesar de estar en horas de trabajo, como fue el caso de Ileana Manzanilla Bermúdez, empleada de la Secretaría de Cultura y Artes, que quiso hacerse la chistosa, deslindándose de su parentesco con el ex gobernador local, con el que tuvo desencuentros el ex titular del ejecutivo federal. Asimismo, recibió preguntas de una empleada del ayuntamiento y de un integrante de la sociedad de alumnos de la facultad de contaduría.
Dice Carlos Salinas que hace cinco años renunció a su pensión como ex presidente, a lo que no renunció como se ve en la imagen, es a la guardia del estado mayor presidencial
En el evento estuvieron, Ivonne Ortega, que se la pasó navegando en redes sociales desde su celular, cuando no era observada por el ex mandatario, Angélica Araujo, el secretario de educación, Raúl Godoy, Marco Celis Quintal, presidente del Tribunal Superior, el diputado federal Efraín Aguilar, el rector de la UADY, Alfredo Dájer Abihmeri, el ex director de la facultad de Derecho de la UADY, Renán Solís y el diputado local Roberto Rodríguez Asaf, entre otros.
Cabe mencionar que la UADY fue tomada por elementos de seguridad de la policía estatal y del estado mayor presidencial, que custodiaban al ex mandatario y a la titular del ejecutivo local y que se apostaron en las inmediaciones de la sede universitaria, a bordo de camionetas suburban.
Mauricio Sahuí, detrás de lentes y barba, Renán Solís, apoderado legal de la UADY, una persona no identificada y de guayabera y lentes, Mitsuo Teyer, titular del jurídico de la secreataría de cultura y artes, presente en el evento, en horas de trabajo
Concluida la presentación, cuando Salinas de Gortari de disponía a bajar las escaleras, lo abordamos y le preguntamos si consideraba ético recibir una pensión como ex presidente, siendo todavía un hombre en edad productiva y en un país con una situación económica como México. El ex presidente afirmó que hace cinco años renunció a tal prestación, pero por lo visto no lo hizo a ser protegido por integrantes del estado mayor presidencial, que en todo momento se mantuvieron cercanos y atentos a él.
A punto de salir de la UADY volvimos a preguntarle si había sido el autor intelectual del asesinato de Luis Donaldo Colosio. Salinas de Gortari ya no respondió y se alejó partiendo plaza con Ivonne Ortega Pacheco.