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1. ¿A donde va? Se habla con mucha insistencia de que el empresario Jorge Caamal Burgos podría incorporarse en cualquier momento a un movimiento ciudadano para pedir la "reciudadanización" del INAIP, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Yucatan y sobre todo del IPEPAC, órgano electoral yucateco secuestrado por el rolandismo-zapatista y su partido. Hay muchos empresarios que están hablando de lanzar al ingeniero Caamal Burgos como "candidato ciudadano". En lo que no se ponen de acuerdo los empresarios es en si sería mejor candidato a la gubernatura o a la alcaldía. Varias agrupaciones cívicas se han pronunciado "en corto" a que Caamal juegue la candidatura a la alcaldía de Mérida, cargo que ven más "aterrizable" que la gubernatura. Otros opinan lo contrario y lo animan a ir por "la grande". Mientras tanto, algunos pre candidatos a uno y otro puesto dentro del PAN han declarado que ellos o ellas cederían al candidato ciudadano su posición de aspirantes. No todos les creen tan buena disposición.
2. Yucatecos quebrados. Durango, con 52.88 puntos, seguido de Oaxaca, San Luis Potosí, Aguascalientes, Nayarit, Sonora, Michoacán, Yucatán, Veracruz y Tabasco; este último con 34.67 puntos. La calificación promedio nacional es de 56.18 puntos. Durango, Oaxaca y Yucatán, están en el fondo de la tabla. Se empieza a conocer a nivel nacional el fracaso económico de Ivonne Ortega.
3. Abogángsters. Se quejan abogados que frecuentan la sede del Tribunal Superior de Justicia, que el magistrado Luis Esperón Villanueva, que tomó el lugar de Marco Celis Quintal en la Sala Penal del colegiado, se la pasa más tiempo de viaje que atendiendo los asuntos que debiera en el changarro y, por tanto, hay cualquier cantidad de asuntos pendientes de resolver, con la consecuente molestia de los émulos de Justiniano. Para colmo, dicen que los viajes que propician que se extrañe la presencia del magistrado Esperón —al que las lenguas de doble filo acusan de ser un comprador compulsivo— son viajes injustificados y con pretextos bien absurdos. Para terminarla de amolar, son viajes con cargo al erario público. No cabe duda que es una suerte ser cuate de uno de los íntimos del "Rolo", amén de que Yucatán es la tierra donde los sueños se hacen realidad.
4. Dengue y Merengue. Fuentes de la Secretaría de Salud de Yucatán nos hacen el recuento de los daños de la catástrofe que ha sido este año la epidemia de dengue y las numerosas muertes (las declaradas y las que se han ocultado a la opinión pública) que esta epidemia ha traído como saldo. Para ilustrar la irresponsabilidad y la ligereza con que se ha manejado el asunto del dengue, basta atender al siguiente hecho que relatan los informantes del sector salud yucateco. Al tiempo que se descuidaban en julio y agosto las medidas de prevención, se gastó buena cantidad de las reservas de abate y material fumigante. ¿Sabe usted en dónde? ¡En los montes y hectáreas circundantes a Dzibichaltún! Sucedió el primero de agosto de 2011, para el cuarto informe ciudadano de Ivonne Ortega Pacheco, aquel monísimo evento —en donde se lució el más puro estilo de escenografía de la escuela filosófica "esmabazaniana" (de Esma Bazán), donde la góber pechocha rompió lanzas mayas y consumó "limpias" a la usanza de la ancestral curandería mayense.
5. Favor con favor se paga. Como vendrían políticos del altiplano, entre ellos el expresidente Carlos Salinas de Gortari, Francisco Labastida Ochoa, Emilio Gambia Patrón, varios gobernadores tricolores (de Aguascalientes Campeche, Tlaxcala, San Luis Potosí, Chihuahua, Veracruz, Zacatecas, Durango, Hidalgo, Quintana Roo y Colima) se "acordonó" sanitariamente la zona arqueológica y los montes aledaños. Eso sí, para fumigar las colonias y los municipios pobres de Yucatán "no hubo" ya material. Eso sí, cuando las cifras de muertos y hospitalizados se elevaron en septiembre y octubre, hubo que importar de Tabasco, Campeche y Chiapas, no solo material fumigante y abate, sino hasta cuadrillas de brigadistas de esos estados para combatir, ya tardíamente, la emergencia sanitaria.
6. Triángulo de carteras. Que todas las facturas que el DIF estatal (presidido por Guadalupe Ortega Pacheco) debe pagar al Instituto Anticanceroso por apoyo "del DIF" para tratamientos (que el mismo DIF-Yucatán solicita a ese Instituto), se paga no por el DIF, sino que se cubren esos gastos con dinero de PROSALUD, que son recursos etiquetados para uso exclusivo de programas del Seguro Popular. El desorden de las finanzas en salud y esas indebidas triangulaciones —según los empleados de la secretaría de salud— es tal, que no aguanta una auditoría que escarbe un poco. Dicen que el Seguro Popular se ha manejado con tal discrecionalidad en Yucatán, que el secretario, Dr. Alvaro Quijano Vivas, literalmente ya está poniendo sus barbas a remojar. Mientras tanto doña X´Lupe saluda con sombrero ajeno.
7. Ordeñanzas. Se menciona insistentemente que el doctor Álvaro Quijano Vivas podría ser candidato a diputado. Que ya juntó la "garantía", monto de dinero que en el PRI se les pide acreditar a los precandidatos para demostrar que tendrán la solvencia para manejar sus campañas sin "dejar tirado" al partido tricolor. Con ello quedaría completa una serie de licencias de éxodo entre los secretarios de Ivonne. Buscarían guarecerse con el fuero local, para evitar ser procesados en el caso de una eventual llegada de un gobierno panista al poder en el 2012. Los otros que se mencionan son el secretario de Obras Públicas, Panchito Torres Rivas, proveedor de recursos para las precampañas y campañas de Rolando Zapata Bello, —¿de donde cree usted que sale la lana para que Naxoncito pueda regalar lap-tops a diestra y sieniestra?— nada más que parece que para sacar para las compus se le pasó a panchito la mano en la ordeña de la vaca. Por sus hazañas con las facturas falsas, otro que anda en busca de fuero es el secretario de Agricultura y Pesca Alejandro Menéndez Bojórquez...