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En una iniciativa con pocos precedentes en Estados Unidos, los párrocos católicos leyeron el domingo una carta abierta al presidente Obama, en la que protestan enérgicamente contra la norma que exige a los hospitales católicos del país suministrar métodos de planificación familiar a sus empleadas.
El decreto, firmado el pasado 20 de enero por la Administración Obama, exige a todos los hospitales, también a los pertenecientes a instituciones religiosas, que ofrezcan a sus empleadas servicios anticonceptivos que incluyan también la esterilización. El gobierno demócrata enmarca esa norma en su campaña para 'reducir el número de abortos y de embarazos no deseados'.
Con báculo de hierro combate el atentado a la libertad de conciencia el obispo David A. Zubik, de la Diócesis de Pittsburgh, cuya carta se puede leer en estos enlaces en inglés y en español.
La decisión ejecutiva fue criticada hace días con dureza por parte de la Conferencia Episcopal norteamericana, que consideró que vulnera las conciencias de los católicos y las normas constitucionales de libertad religiosa. Para despejar cualquier duda sobre su ánimo belicoso en la materia, los obispos repartieron una carta que fue leída en las homilías dominicales. Casi la cuarta parte de los norteamericanos son católicos (alrededor de 68 millones), y su cumplimiento del precepto dominical es superior al europeo.
Monseñor Zubik escribió una misiva especial en respuesta a la vergonzosa normativa decretada por el gobierno federal de los Estados Unidos. Esta normativa exige a hospitales, centros caritativos, colegios y otras entidades católicas que incluyan en sus seguros médicos todo tipo de métodos anticonceptivos, incluyendo los abortivos y la esterilización.
Clamor unánime despierta la norma del gobierno de Obama que exige a los hospitales católicos suministrar anticonceptivos a sus empleadas. (Foto Casa Blanca).
Todo este proceso de hacer que estas directrices sean obligatorias socava el proceso democrático en sí mismo. En este caso, se declara desde el gobierno que el embarazo es una enfermedad y se obliga a la sociedad a aceptar una cultura de la anticoncepción y del aborto, todo ello evitando por completo el proceso legislativo.
El enfrentamiento abierto de Obama con la jerarquía católica se produce en pleno año electoral, y en torno a una polémica cuestión -el aborto- que vuelve a convertirse en uno de los grandes caballos de batalla junto a la economía. (BRUNO MORENO RAMOS Y AGENCIAS)