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WASHINGTON, 2 de febrero.- Donald Trump, después de varios días de jugar al despiste y de coquetear con ambos candidatos, Gingrich y Romney, finalmente ha decidido apostar a 'caballo ganador' y ha anunciado que va a apoyar a Romney en su carrera por ser el candidato del Partido Republicano para las próximas elecciones.
"Mitt es fuerte, es inteligente, es astuto. No va a permitir que sigan sucediendo cosas malas en este país, al que amamos. Así que anda a por ellos, gobernador Romney, puedes hacerlo", dijo Trump en un breve acto junto al precandidato en el hotel de cinco estrellas que posee en Las Vegas, Trump International.
El líder en la carrera de precandidatos republicanos remató las buenas noticias del día cuando Trump (de corbata roja), una figura clave en el panorama republicano, le ofreció su apoyo en la carrera a la Casa Blanca.
Romney se mostró "honrado y encantado" de lograr su favor y pidió también el de los votantes de Nevada, a quienes prometió revertir el acuciante problema de desempleo que sufre el Estado.
El magnate de las inmobiliarias se decidió así por respaldar a un candidato emprendedor y millonario, a su imagen y semejanza, al que describe como alguien "cálido y comprometido" en privado, pese a la imagen fría que pueda dar en público.
"Suelen acusarle de cambiar sus opiniones, o de ser 'una veleta', pero a lo largo de mi vida he visto a mucha gente que no cambia y ésos suelen quedarse atrás", escribió Trump sobre Romney en su último libro, 'Time to Get Tough'. Durante la semana, varios medios habían apuntado que Trump parecía inclinar un poco la balanza hacia Gingrich, con quien incluso mantuvo un encuentro recientemente, pero su decisión final ha sido la contraria. La confirmación oficial de su apoyo a Romney la hará en Las Vegas.
Su apoyo llega justo antes del caucus de Nevada de este sábado, la próxima batalla de los republicanos para elegir quién se enfrentará a Barack Obama en las elecciones generales del 6 de noviembre. Las encuestas dan como claro favorito a Romney, quien cuenta con el apoyo del 45% de los republicanos que piensan acudir a los colegios electorales, según una encuesta publicada el jueves 2 por el diario Las Vegas Review-Journal. Su rival inmediato, Newt Gingrich, le sigue de lejos con un 25 por ciento, mientras que Rick Santorum y Ron Paul acumulan un 11 y un 9 por ciento de los apoyos, respectivamente.
De momento, Romney ha ganado dos de cuatro enfrentamientos -en New Hampshire y Florida-, mientras que Gingrich fue el sorprendente vencedor de las primarias de Carolina del Sur y Rick Santorum se hizo con Iowa.
Trump, que abandonó el Partido Republicano en Diciembre y había insinuado que iba a montar un tercer partido político que tuviera opciones de ocupar la Casa Blanca, ha optado al final por una opción más segura: la de apoyar a Romney.
No obstante, el peso que este apoyo pueda tener sobre los votantes está por ver. A pesar de la fama de Trump, una encuesta publicada por CNN recoge que el 64% de los votantes no piensa cambiar su decisión por lo que diga el empresario. Un 13% sí considera que el apoyo de alguien tan influyente es para tener en cuenta y puede guiarles a la hora de votar, mientras que el 20% opina justo lo contrario.
Si Mitt Romney gana el caucus de Nevada el sábado, debería sentir un especial agradecimiento a los votantes mormones del Estado.
Romney, un mormón que se ha descrito a sí mismo con estrechos vínculos con los líderes de su confesión, espera llevarse una abrumadora mayoría de los votos de los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en el Estado de Nevada. De hecho, la mayoría de los votantes mormones republicanos lo apoyaron en el caucus presidencial hace cuatro años.
Hay más de 175 mil mormones en el Estado, cerca del 7 por ciento de la población de Nevada. Pero ellos tienen más peso; casi una cuarta parte de todos los votantes republicanos en el caucus presidencial en Nevada en el 2008 eran mormones.
Con tanto en juego, Ron Paul, Newt Gingrich y Rick Santorum están trabajando para hacer sus propios esfuerzos de lograr compartir los votos de los mormones, pero es difícil competir con el apoyo a Romney de sus hermanos y hermanas de iglesia.