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ROMA.- Los carabineros (policía militar) arrestaron el sábado en Roma a Patrizio Franceschelli, un desempleado de 26 años, después de que lanzara a su hijo Claudio, de 16 meses, a las aguas de un helado río Tíber, informan los medios de comunicación italianos.
El joven, narcomenudista con antecedentes penales, irrumpió a primeras horas de la mañana en casa de unos familiares de su compañera sentimental, donde se encontraba el pequeño, y se lo llevó pese a los intentos de la abuela y la tía del niño de evitarlo.
Patrizio Franceschelli, peor que una bestia.
Tras abandonar la vivienda, el joven se dirigió hacia el Tíber y al llegar al puente Mazzini, uno de los que cruzan el río de la capital italiana, lanzó al pequeño a sus frías aguas y después se alejó.
El sujeto fue localizado poco después por la policía, que fue advertida de lo sucedido por algunos testigos, y en comisaría confesó su crimen.
Claudia, la madre del pequeño, está hospitalizada desde antes de la tragedia, por depresión y para recuperarse de una golpiza que le propinó Franceschelli, y no se ha enterado de la trágica muerte de su bebé. La desventurada recomendó a su mamá y a su hermana que no dejaran que Franceschelli se acercara al niño.
Los buzos del cuerpo de bomberos buscan en estos momentos al pequeño, unos trabajos que se ven dificultados por las corrientes del río y por las adversas condiciones climáticas que se registran en Roma debido a la ola de frío siberiano que estos días afecta a la mayor parte de Europa.
La abuela materna del bebé, doña Rita Maccarelli, dice que su yerno no es un loco, sino un individuo violento. La señora tiene miedo de que el filicida salga de la cárcel, porque escribió este mensaje: ‘Con Claudio y Claudia, el fin del mundo’.
Un policía en el Puente Mazzini, lugar del crimen.
En la capital italiana las temperaturas oscilan alrededor de los cero grados y durante las noches se han registrado copiosas nevadas.
La gente que vio la tragedia diceque el niño lloraba desesperado.
El hombre se trepó al parapeto del puente, gritó algunas frases y tiró al pequeño. De la altura del puente al Tíber hay 10 metros.
Los italianos están horrorizados de la crueldad del individuo que, en vez de proteger a su bebé, lo tiró como si fuera un objeto. La opinión pública exige un castigo ejemplar para el padre desnaturalizado. (La Repubblica / TGCOM24)