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En preparación para lo que es casi indiscutiblemente la conferencia intergubernamental sobre desarrollo sostenible más influyente a escala internacional, representantes de estados miembros, de organismos de la ONU y de la sociedad civil concluyeron tres días de acalorados debates sobre el borrador más reciente de un documento que servirá de guía para las prácticas de desarrollo sustentable en todo el mundo.
Tal como está, el documento no hace alusión alguna al control demográfico o a los derechos reproductivos como componentes necesarios para el desarrollo mundial sustentable. El escrito se concluirá en la conferencia de la ONU sobre desarrollo sostenible a realizarse en Río de Janeiro, Brasil, el próximo mes de junio (Río+20).
La ausencia de referencias al control de la población y a los derechos reproductivos llevó a organismos de la ONU como el Fondo de Población (UNFPA, por sus siglas en inglés) y a grupos como la International Women's Health Coalition (IWHC) a realizar fuertes intervenciones que proponen su inclusión en futuros borradores.
A pesar de que estas organizaciones fueron contundentes durante el proceso consultivo, en la ONU era evidente que estas referencias no se incluían en el borrador por la falta de consenso entre los países y la sociedad civil sobre la relación entre desarrollo y crecimiento de la población.
En busca de otros foros para manifestar su polémica agenda fuera de Río+20, el UNFPA fue invitado durante la misma semana a concurrir al Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, exclusiva cumbre anual a la que asisten algunos de los políticos, corporaciones y académicos más influyentes del mundo.
Mientras estaba en el FEM, el presidente del UNFPA, el dr. Babatunde Osotimehin, hizo uso de la palabra en un panel titulado 7 mil millones y que cuentan: beneficio o desastre. Aunque el debate se llevó a cabo de manera privada, tanto el UNFPA como el FEM publicaron informes y declaraciones oficiales que describen el crecimiento demográfico como insostenible y como una amenaza para el desarrollo.
Para muchos países que han invertido fuertemente en la próxima conferencia, como Brasil, el peligro de tildar al control demográfico de amenaza para el desarrollo coloca al mundo en una encrucijada. En una declaración oficial, Brasil afirmó que en la conferencia prevista los países pueden optar por repetir argumentos neomaltusianos o decidir restablecer la necesidad de la solidaridad, la equidad y patrones sustentables de producción y consumo, con los países desarrollados al frente de la iniciativa.
Por el contrario, la declaración oficial del UNFPA referente al borrador del documento sobre desarrollo sustentable presentó el crecimiento demográfico de forma negativa y recomendó que los gobiernos garantizaran que todas las mujeres, hombres y jóvenes tengan información, acceso y opciones sobre la variedad más amplia posible de métodos de planificación familiar seguros, efectivos, asequibles y aceptables, que en la práctica incluyen tanto abortivos como servicios de aborto.
A pesar de que el UNFPA aduce en su documento que respalda el principio de que los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible, sus políticas de control de la población identifican a la persona humana como el principal problema, más que la solución, que enfrenta el desarrollo sustentable.
Una reciente declaración de la Santa Sede sobre la próxima conferencia destaca no sólo lo que el documento resultante debería incluir un enfoque centrado en el hombre, sino que a fin de que tal abordaje sea verdaderamente humano debe evitar un enfoque reduccionista que considere a la persona humana como un obstáculo para el desarrollo.