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México, D.F., 9 de febrero de 2012.- En el estado de Quintana Roo, una comunidad maya venera y resguarda celosamente una cruz que, según la tradición oral, tenía el don de la palabra, se presume que mediante esta insignia Dios se comunicaba con los indígenas para apoyarlos y guiarlos durante la Guerra de Castas, que tuvo lugar hace más de un siglo en la península de Yucatán.
A decir de los pobladores del lugar, después de la batalla dicha cruz dejó de hablar, no obstante hoy en día los habitantes de Felipe Carrillo Puerto realizan guardias y ofrendas a la llamada "Cruz Parlante", en espera de que vuelva a comunicarse.
Dicho culto será transmitido por primera vez en televisión, en lengua maya y español, este viernes 10 de febrero a las 8 de la noche, en el décimo programa de la serie Diversidad, coproducción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y Canal 22.
El documental etnográfico ofrece una mirada a la historia de esta singular cruz que reside en la comunidad de Felipe Carrillo Puerto o Chansantacruz en lengua maya, ubicada en la porción central del estado de Quintana Roo.
De acuerdo con Martiniano Pérez, profesor de la Universidad Intercultural Maya, la Guerra de Castas se desarrolló de 1847 a 1901, tras el levantamiento en armas de los mayas quienes cansados del despojo de tierras y altos tributos se sublevaron contra los criollos y mestizos.
La valentía de los mayas, dijo, no parecía suficiente, ya que en los primeros años de contienda los enemigos cobraron la vida de la mitad de los rebeldes; ante el temor y la desesperación, una voz se asomó en la masacre, era el verdadero Dios que se comunicó con los indígenas a través de la cruz, para guiar las estrategias militares que debían ejercer; por ese hecho es venerada y protegida desde aquel entonces.
Sin embargo, en algún momento esta cruz dejó de hablar y después de ser un oráculo militar, se convirtió en una especie de guía espiritual para este pueblo indígena.
"Entre 1850 y 1851 en un cenote aparecieron tres cruces de madera, las cuales ‘empezaron a hablar', aparición que fue interpretada por los mayas como la materialización de Dios, imágenes que venían a advertir sobre el futuro de su pueblo y la guerra que cobraba mucha sangre.
"Se dice que el sacerdote maya —patrono del templo— era el único que podía escuchar a la cruz y transcribir su mensaje, dichos documentos fueron llamados las Cartas de la Santa Cruz, en estos se decía lo que iba a suceder en la batalla", comentó Martiniano Pérez.
Por su parte, José Isabel Sulub, general del santuario de Carrillo Puerto, comentó que "un día los españoles descubrieron que dichas cruces habían sido llevadas a una iglesia de la montaña —en el lugar llamado Balam Nah— y al darse cuenta que éstas daban poder a los mayas decidieron quemarlas.
"Al día siguiente en ese sitio apareció un árbol sagrado que traía entre sus ramas una carta que decía: a mis hijos de la Tierra que vieron como fui quemado, no tienen nada de que preocuparse, corten esta madera y de ahí sacarán mi cuerpo, ahora ustedes tendrán que llevarlo a todos los grandes lugares donde habita mi espíritu", narró.
Fue así que los mayas crearon otras cruces y conformaron cinco centros ceremoniales, "pero Felipe Carrillo Puerto fue el primero donde habló el verdadero Dios", por ello en esta localidad se encuentra la cruz principal, la cual es custodiada por una organización llamada Las Guardias de la Cruz Parlante.
Dicha agrupación está integrada por generales y soldados, como si se tratara de una jerarquía militar, uno de estos miembros la resguarda en el santuario y debe estar atento por si habla, quien junto con su familia vive prácticamente en el santuario por una semana.
Esta organización además de cuidarla trata de preservar su culto, y aunque todos los días hay una guardia que ofrenda su protección, el silencio se rompe el 3 de mayo, día que celebran el aniversario del santo patrono y veneran a las Tres Cruces.
En esta fecha hacen rezos y preparan alimentos, realizan ofrendas en jícaras con arroz con leche, tamales y mole, además entonan música tradicional de la región, la cual se interpreta únicamente para la cruz, este tipo de ofrenda musical es conocido como mayapax, en la cual se emplea el violín y el tambor.
Por otra parte, en el documental La Cruz Parlante también se echará un vistazo a X-Yatil, una localidad que se ubica también en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, donde realizan la vaquería, una importante celebración que se efectúa el primer lunes después de la Semana Santa; es la máxima expresión de júbilo entre los pueblos mayas, dedicada a los santos patronos de las comunidades yucatecas.
El culto comienza desde el día que cortan una ceiba (árbol que representa el antiguo símbolo de la vida en la cultura maya) que luego plantan frente a la iglesia, en ese momento da comienzo la celebración que dura siete días, durante los cuales gremios —conformados por cinco o más personas— preparan comida y la comparten con la gente; prácticamente durante esa semana la vida del pueblo transcurre en el santuario, aunque también realizan corridas de toros y hacen competencias en el palo encebado, detalló Federico Canuc, líder del gremio de X-Yatil.
La lucha de los descendientes de los antiguos guerreros mayas por conservar el tradicional culto a una cruz, que permanece en silencio desde hace más de un siglo, cuyo símbolo les da identidad, se presentará este viernes 10 de febrero a las 20:00 horas por Canal 22. Boletín del INAH.