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10 de febrero.- El Papa morirá asesinado en noviembre de este año, víctima de un "complot de muerte", según reveló el pasado mes de noviembre el cardenal de Palermo, Paolo Romeo, durante una visita a China, haciéndose eco de un documento confidencial (que ofrecemos íntegro al final de esta información) que el cardenal Castrillón hizo llegar al Papa a mediados de enero, durante el transcurso de una audiencia reservada.
A Benedicto XVI le quedan menos de 12 meses de vida, publicó el diario italiano Il Fatto Quotidiano bajo el título “Vaticano, tramas y venenos. El Papa morirá dentro de doce meses”. En la foto, con Robert Zollitsch, arzobispo de Friburgo de Brisgovia.
En el mismo, según revela Marco Lillo en Il Fatto Quotidiano, se denuncia la lucha de poder entre el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y su antecesor en el cargo, Angelo Sodano. El documento no cuenta quién estaría detrás de este complot, pero sí deja en claro que éste se está preparando, y que el propio Benedicto XVI estaría ya pensando en su sucesor, que no es otro que el cardenal de Milán, Angelo Scola.
"Monseñor Palermo prevé con preocupante certeza la muerte del Papa en noviembre de 2012", asegura la información, que recalca "la existencia de un complot para asesinar a Benedicto XVI". El documento entregado al Papa por Castrillón lleva el sello de "Estrictamente confidencial", y está escrito en alemán. Junto al anuncio del posible atentado contra Ratzinger, el documento interno hace un análisis "inquietante" de la división interna en la Curia y del "odio" del Papa al actual secretario de Estado, a quien querría sustituir en los próximos meses por otro cardenal, probablemente Scola.
El cardenal Romeo emitió hoy mismo una nota en la que considera "sin fundamento" todas las palabras que se le atribuyen sobre la existencia de un complot contra el Papa y añadió que "están tan lejos de la realidad que no merecen la pena ni ser consideradas".
"Seguro de sí, como si lo supiera con precisión, el cardenal Romeo ha anunciado que al Santo Padre le quedan únicamente doce meses de vida. Durante el coloquio en China ha profetizado la muerte del Papa en los próximos doce meses. Las declaraciones del cardenal vendrían confirmadas por una persona bien informada de un serio complot delictivo, con tal seguridad y firmeza, que sus interlocutores en China han pensado, con espanto, que existe un programa para atentar contra el Santo Padre".
La información también recoge cómo Benedicto XVI ya estaría trabajando en su sucesión. "En secreto, el Santo Padre estaría ocupándose de su sucesión, y vería al cardenal Scola como el candidato ideal, porque lo ve muy cercano a su personalidad. Lenta pero inexorablemente ha estado preparando al cardenal. Por iniciativa del Santo Padre -afirma Romeo-, Scola fue trasladado de Venecia a Milán, para poder preparar con calma su Papado".
Il Fatto se puso en contacto con el director de la Sala de Prensavaticana, Federico Lombardi, quien calificó de "cosa totalmente fuera de la realidad que no merece ser tenida en consideración. Me parece increíble y no voy a hacer ningún comentario".
Asunto: Viaje del cardenal Paolo Romeo, arzobispo de Palermo, a Pekín.
En noviembre de 2011, el cardenal Romeo se fue con visado de turista a Pekín, donde, de hecho, no se reunió con miembro alguno de la Iglesia católica en China, pero sí con empresarios italianos, que viven o mejor trabajan en Pekín, y con diversos interlocutores chinos.
El Cardenal Romeo dijo que fue enviado personalmente por el Papa Benedicto XVI para proseguir y verificar las conversaciones iniciadas por el cardenal Darío Castrillón Hoyos, en marzo de 2010 en China.
También afirmó que él era la persona de contacto designada por el Papa para atender en el futuro las cuestiones entre China y el Vaticano.
En una entrevista confidencial, el cardenal Romeo ha informado a sus socios en China que, por su actividad para el Servicio Diplomático de la Santa Sede en la representación del Papa en Filipinas, estableció contactos con la Iglesia RKK1 clandestina y que, en virtud de de esta experiencia, es la persona adecuada para tratar los problemas entre China y el Vaticano.
También afirma que fue, entre 1990 y 1999, fue Nuncio Apostólico en Colombia y, durante ese tiempo, trabajó con el cardenal Castrillón.
El cardenal Romeo sorprendió a sus interlocutores en Pekín, informando que él (Romeo) formaría una troika. Por lo tanto, para las cuestiones más importantes, el Santo Padre consultaría con él -Romeo- y con Scola.
Los chinos, por su parte, le comunicaron al cardenal Romeo lo siguiente: muchos cardenales se acercaron a China, pero la visita más importante para las relaciones entre China y el Vaticano fue la del cardenal Darío Castrillón Hoyos, en marzo de 2010.
El cardenal Romeo criticó ásperamente al Papa Benedicto XVI por ocuparse esencialmente de la liturgia, sin tener en cuenta "los asuntos ordinarios", confiados por el Papa al cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de estado de la Iglesia católica romana.
La relación entre el Papa Benedicto XVI y su secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, sería muy conflictiva. En un ambiente de confidencialidad, el cardenal Romeo informó que el Papa Benedicto XVI odiaría literalmente a Tarcisio Bertone y estaría encantado de sustituirlo por otro cardenal. Romeo añadió que no habría otro candidato idóneo para ocupar su cargo y que, por eso, el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, continuaba en su puesto.
La relación entre el Secretario de Estado y el cardenal Scola sería también tan difícil y tormentosa
La sucesión del Papa Benedicto XVI:
En secreto, el Santo Padre se estaría ocupando de su sucesión y ya habría elegido al cardenal Scola como un candidato adecuado, por ser el que más cerca está de su propia personalidad. Poco a poco, pero inexorablemente, lo estaría preparando y formando para que ocupe el cargo de Papa.
Asegura Romeo que, por iniciativa del Santo Padre, el cardenal Scola fue trasladado de Venecia a Milán, con el fin desde allí se vaya preparando tranquilamente para el papado.
El Cardenal Romeo continuó sorprendiendo a sus interlocutores en China, difundiendo una serie de rumores.
Seguro de sí mismo, como si lo supiese con precisión, el cardenal Romeo anunció que el Santo Padre tendría sólo 12 meses más de vida.
Durante sus conversaciones en China profetizó la muerte del Papa Benedicto XVI en los próximos 12 meses.
Las declaraciones del cardenal estaban basadas en informaciones de personas bien informadas de una conspiración criminal grave, con tanta seguridad y firmeza, que sus interlocutores chinos pensaron, con horror, que se está planeando un ataque contra el Santo Padre.
El cardenal Romeo se sentía seguro y no podía imaginar que las declaraciones hechas en esta ronda de conversaciones secretas podrían ser transmitidas por un tercero al Vaticano.
Con la misma seguridad, Romeo profetizó que podía asegurar desde ahora mismo, aunque siguiese siendo secreto, que el sucesor de Benedicto XVI será, en cualquier caso, de origen italiano.
Como se describió anteriormente, el Cardenal Romeo subrayó que después de la muerte del Papa Benedicto XVI, el cardenal Scola sería elegido Papa, aunque también cuente con enemigos importantes en el Vaticano.