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El fotógrafo español ganador del World Press Photo 2011, Samuel Aranda, ha reivindicado el papel del fotoperiodismo en los medios y ha hecho un llamamiento sobre la dramática situación por la que pasa Yemen, el país en la que tomó la instantánea que le ha hecho merecedor del premio.
"Si (el premio) sirve para que la gente se pregunte qué es lo que está pasando en Yemen o que un día se hable de Yemen en las noticias será lo mejor", ha subrayado el fotógrafo en una entrevista recogida por Europa Press. En este sentido, ha subrayado que espera que el premio sirva para "volver la vista hacia Yemen", un país que ha calificado de "espectacular" con gente entrañable.
Sobre el momento en que tomó la fotografía, Aranda ha relatado que había acudido a Yemen a cubrir las revueltas que estaban ocurriendo en el país para The New York Times y en uno de sus primeros días acudió a una mezquita en la ciudad Saná que había sido reconvertida en hospital de campaña para atender a los heridos en las revueltas.
Según ha recordado, ese día había apostados por las calles de la ciudad francotiradores del Gobierno que habían causado 10 muertos y entre 40 y 50 heridos. Cuando llegó a la mezquita, se encontró con una mujer que esperaba en una antesala con un familiar que había sido herido en la pierda a que le dejaran pasar al interior de la mezquita, en donde estaba el hospital propiamente dicho.
La Pietà, Miguel Ángel.
La mujer iba cubierta con 'niqab', que le cubría todo el rostro menos los ojos, y sujetaba en su regazo a un familiar, que había recibido los primeros auxilios. Sin poderse parar a hablar con ella, por el caos reinante, Aranda disparó la foto que le ha valido el World Press Photo a la mejor fotografía del año.
Preguntado por el parecido de la imagen con la escultura de la piedad de Miguel Ángel, el fotógrafo se ha mostrado humilde y ha asegurado que su trabajo "queda muy lejos" del artista italiano. "Me considero un trabajador más, no creo que creemos nada, simplemente documentamos lo que pasa", ha subrayado.
Además, según ha reconocido, de todas las que ha hecho a lo largo de su vida, pese a que es "la que más repercusión está teniendo" tampoco es a la que más apego tiene. Así, ha señalado que todas las fotografías que tomó en la franja de Gaza en 2005 y 2006 en plena operación israelí contra esos territorios significaron más para él, ya que tuvo más trato con la gente que fotografiaba.
Las revueltas de Yemen tampoco son las últimas que este joven fotógrafo catalán quiere fotografiar. "Lo próximo que me gustaría fotografiar sería una revolución en España", ha indicado Aranda, quien ha reconocido que le gustaría "ser testigo" de que cómo la gente joven como él que en España no tienen oportunidad de trabajar se levanta y dice "basta", de igual modo que ocurrió en Islandia.
En este sentido, se ha lamentado de que muchos fotógrafos españoles, entre ellos algunos ganadores de los últimos World Press Photo, se hayan tenido que "buscar la vida fuera" porque en los medios españoles "no se apuesta por la fotografía" a pesar de que en España "hay una cantera de fotógrafos increíble". "Parece que no se le da el valor que se le da en otros sitios", ha indicado Aranda, quien ha reconocido que no se imagina a ningún medio españole enviándole a Yemen por tres meses a cubrir un conflicto como había hecho The New York Times.
Aranda nació en 1979 en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Comenzó a trabajar como fotógrafo a los 19 años para 'El País' y 'El Periódico de Cataluña'. Ha cubierto temas en Pakistán, Gaza, Líbano, Irak, Marruecos y el Sahara occidental. Actualmente tiene su base instalada en Túnez.