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LONDRES, Gran Bretaña, 10 de febrero.- Millones de personas saludables, incluidos niños tímidos o rebeldes y parientes afligidos por la muerte de un ser querido, podrían ser etiquetados como mentalmente enfermos por un nuevo manual de diagnóstico internacional, advirtieron especialistas.
En un análisis crítico de una revisión próxima a salir del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM por su sigla en inglés), psicólogos, psiquiatras y otros expertos dijeron que las nuevas categorías de enfermedad mental identificadas en el libro son en el mejor de los casos "tontas", y en el peor, "preocupantes y peligrosas".
"No es humano, no es científico y no ayudará a decidir qué ayuda necesita una persona", agregó Kinderman.
El DSM es publicado por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA) y reúne síntomas y otros criterios para diagnosticar trastornos mentales. El manual es usado a nivel internacional y es considerado una "biblia" para el diagnóstico en el área de la medicina de la salud mental.
Nadie de la APA estaba inmediatamente disponible para realizar comentarios.
"Muchas personas que son tímidas, que están desconsoladas por la muerte de un familiar, o tienen vidas románticas poco convencionales, de pronto se verán catalogadas como mentalmente enfermas", dijo Peter Kinderman, jefe del Instituto de Psicología de la Universidad de Liverpool, en una conferencia en Londres sobre la expandida preocupación por el manual.
Más de 11,000 profesionales de la salud ya firmaron una petición (en http://dsm5-reform.com) solicitando que se detenga la quinta edición del manual y se revean ciertas cuestiones.
Al otro lado del espectro, el nuevo DSM (cuyo lanzamiento está previsto para el año próximo) podría otorgar diagnósticos médicos a abusadores y violadores -bajo etiquetas como "trastorno coercitivo parafílico"-, lo que les brindaría la posibilidad de evitar la prisión probando lo que podría ser visto como una excusa para su conducta, agregaron.
Simon Wessely, del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres, dijo que una mirada retrospectiva a la historia debería hacer que los expertos en salud se pregunten: "¿Necesitamos todas estas etiquetas?".
Wessely manifestó que el Censo de 1840 de Estados Unidos incluía sólo una categoría de trastorno mental, pero que en 1917 la APA ya reconocía 59. Esa cifra aumentó a 128 en 1959, a 227 en 1980 y se llegó a catalogar unos 350 trastornos diferentes en las revisiones del DSM en 1994 y el 2000.
Allen Frances, de la Duke University y jefe del comité que controló la revisión previa del DSM, dijo que la quinta edición "expandiría radicalmente y de manera imprudente las fronteras de la psiquiatría" y provocaría una "medicalización de la normalidad, las diferencias individuales y la criminalidad".
David Pilgrim, de la Universidad Central de Lancashire en Gran Bretaña, dijo que era "difícil evitar la conclusión de que el DSM-5 favorecerá los intereses de las compañías farmacéuticas".
Algunos diagnósticos -como el "trastorno oposicional desafiante" y el "síndrome de apatía"- se arriesgan a una devaluación de la seriedad de la enfermedad mental y a medicalizar conductas que la mayoría de las personas considerarían normales o simplemente algo excéntricas, dijeron los expertos en su crítica.
"La locura y el sufrimiento existen, pero se presentan de muchas formas y con distinto grado", dijo Pilgrim. "Nos arriesgamos a tratar la experiencia y la conducta de las personas como si fueran especímenes botánicos esperando por ser identificados y categorizados en etiquetas rígidas", añadió.
"Eso en sí sería una forma de locura colectiva para todos aquellos cómplices del ejercicio continuo pseudo-científico", expresó el experto de Lancashire.
Nick Craddock, del departamento de medicina psicológica y neurología de la Universidad de Cardiff, quien también habló en la conferencia en Londres, citó la depresión como el ejemplo clave en el que yerran las categorías amplias del DSM.
Mientras que en ediciones previas, una persona que perdió recientemente a un ser amado y eso impacta en su estado de ánimo era considerada alguien que experimentaba una reacción humana normal al sufrimiento por esa pérdida, los nuevos criterios del DSM ignorarían la muerte, mirando sólo los síntomas y clasificando a ese sujeto como un paciente con depresión.
Otros ejemplos de diagnósticos calificados por los críticos como problemáticos incluyen el "trastorno del juego", el "trastorno por adicción a internet" y el "trastorno oposicional desafiante", una condición en la que un niño se "resiste activamente a cumplir con la mayoría de los pedidos" que se le hacen y "realiza acciones deliberadas para enojar a otros".
"Esto implica básicamente a los chicos que dicen 'no' a sus padres más de una cierta cantidad de veces", dijo Kinderman. "Con ese criterio, muchos de nosotros tendríamos que decir que nuestros hijos están mentalmente enfermos", agregó. (REUTERS)