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7 de febrero.- Barack Obama firmó ayer nuevas sanciones contra Irán, con el objetivo de presionar aún más a la república islámica y, al mismo tiempo, demostrar que EE.UU. sigue apostando por medidas diplomáticas y de coerción internacional antes de considerar un posible ataque. El presidente estadounidense quiso corregir la impresión sobre lo irremediable de un bombardeo en los próximos meses de las instalaciones nucleares iraníes por parte de Israel, asegurando en una entrevista en televisión que no piensa que los israelíes tengan ya decidida una intervención. 'No creo que Israel haya tomado una decisión sobre lo que necesitan hacer', afirmó.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, carga a la niña Arianna Holmes, de 3 años, frente a un retrato de Abraham Lincoln, en la Oficina Oval de la Casa Blanca. Obama firmó una orden ejecutiva endureciendo las sanciones contra Irán y su banco central.
La semana pasada trascendió que el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, cree que los israelíes pueden atacar Irán entre abril y junio. Panetta también advertía que la decisión no había sido tomada, por lo que las palabras de Obama no son propiamente un desmentido. Es posible que el objetivo de Panetta fuera plantear la inmediatez de un posible ataque con el fin de abortarlo, ya que EE.UU. no está de acuerdo con esa premura.
Bibi Netanyahu, primer ministro de Israel, sostuvo en reunión de ministros que "amenazar con un inminente ataque a las instalaciones nucleares de Irán es dañino para Israel y va en detrimento de los esfuerzos de la comunidad internacional para convencer al país persa de que abandone su programa nuclear, pues "las habladurías hacen gran daño, ponen a Israel en primera línea y obstaculizan los esfuerzos de las sanciones".
Además, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado que visitará Washington en marzo. En el supuesto de un ataque, éste lo podría llevar a cabo Israel en solitario, pero EE.UU. quiere que el momento sea pactado. Y por ahora la Casa Blanca sigue pensando que aún hay margen para acentuar las presiones internacionales sobre Irán, cuyos efectos son cada vez más notorios. Netanyahu asimismo se ha quejado de que hacer declaraciones públicas sobre un ataque 'pone a Israel en primera línea y obstaculiza los esfuerzos de las sanciones'. Netanyahu ordenó a sus ministros y a los responsables militares que cesen de "palabrear" sobre la posibilidad de ataques contra instalaciones nucleares iraníes. "Estas palabras provocan daños enormes, pues dan la impresión de que es Israel el que efectúa una ofensiva con el riesgo de hacer fracasar los esfuerzos por imponer sanciones contra Irán", subrayó Netanyaho.
Por su parte, Obama anunció el 'bloqueo' de la propiedad e intereses del Gobierno iraní y de las instituciones financieras de ese país, incluido el Banco Central de Irán. Justificó su decisión por 'las prácticas engañosas del Banco Central y de otros bancos iraníes para ocultar transacciones', así como por su 'lavado de dinero'.
Obama considera que los servicios de espionaje occidentales tienen una 'muy buena estimación' sobre el tiempo que le queda a Irán para completar el programa de armas nucleares. La previsión, según el Pentágono, es que la bomba atómica estaría lista en un año, con otro año o dos más para tenerla adaptada en armas nucleares que puedan ser disparadas. '¿Lo sabemos todo sobre las dinámicas internas? Absolutamente no. El mismo Irán está ahora más dividido que antes. Es difícil saber quién toma las decisiones en un determinado momento', declaró.
Los Simpson han pasado a formar parte de la lista de juguetes prohibidos en Irán, al considerarlos contrarios a la cultura persa, según informa el diario independiente Shargh. Una lista de la que forma parte hace tiempo está desde hace tiempo la muñeca Barbie, porque es 'incompatible' con la cultura y la religión del país.
'No queremos fomentar estos dibujos importando sus juguetes', ha explicado el secretario de política del Instituto para el Desarrollo Intelectual de la Infancia y los Adultos Jóvenes. Mohammad Hossein Farjoo no ha revelado los motivos concretos de la prohibición, pero ha señalado que no se tolerará ningún muñeco cuyos genitales sean distinguibles ni muñecas de mujeres adultas. Tampoco se permiten juguetes con sonido o canciones pop occidentales.
Las autoridades iraníes sí que permiten la venta de muñecos de Spider-Man o Superman porque "ayudan a los oprimidos; tienen una actitud positiva". El instituto de Farjoo fue el encargado de anunciar en 1996 la prohibición de las Barbie porque las consideraba un "caballo de Troya" de la cultura occidental. Ahora reitera sus "efectos perjudiciales" y destaca que "promueve una cultura de la desnudez". "Tras convertirse en un símbolo para las mujeres estadounidenses, ha causado problemas como el abandono de la escuela por niñas tras ser ridiculizadas por sus compañeros por sus cuerpos, desnutrición e incluso suicidios", ha advertido Farjoo. La Policía informó en enero del cierre de decenas de jugueterías en las que se vendían estas muñecas.
Una cuarta parte de los 75 millones de habitantes de Irán tiene menos de 15 años y en 2011 se importaron juguetes por valor de 57 millones de dólares legalmente, más otros 20 millones de contrabando, según las autoridades.