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Soldado, un pastor alemán, estuvo a punto de morir de inanición de no ser por la intervención de una protectora de animales de New Hampshire que le salvó la vida.
Este perro estaba condenado a una muerte segura, luego de que su antiguo dueño lo dejara sin comer durante meses.
Cuando la protectora lo encontró, el animal no pesaba ni la mitad del peso considerado normal para un perro de su raza. Estaba prácticamente en los huesos y a duras penas se podía mantener en pie.
Ahora, Soldado ya pesa 42 kilos y está en espera de un nuevo amo.
Su dueño está siendo procesado por maltrato animal.
Fuente:noticiasquecuriosas