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El doctor Juan José Rufilanchas Sánchez,cirujano cardiovascular del Hospital Ruber Internacional de Madrid, indicó que las cuestiones presuntamente relacionadas con la estética y los intereses de algunos fabricantes de agua purificada, han difundido la especie de que debemos beber mucha agua, pero ésto como muchas otras cosas de la vida, en exceso, puede ser perjudicial y tener hasta consecuencias fatales.
Beber agua en exceso puede ser perjudicial e incluso mortal: Doctor Juan José Rufilanchas Sánchez
Indicó que 70 por ciento de nuestro peso es agua y que hay una moda que consiste en estar tomando continuamente agua y lo que para una persona normal no tiene mucha trascendencia, para los enfermos cardiópatas sobre todo, es una barbaridad, porque al final lo que hacen es acabar con insuficiencia cardíaca o con líquido en los pies o en la tripa, lo que llamamos edemas, ya que no tiene sentido que esos pacientes estén tomando diuréticos para extraer agua y sal, que es lo que no saben manejar bien y sin embargo, estén tomando 2 ó 3 litros de agua diarios, como les hacen creer los medios como los periódicos o la televisión.
Indicó que si uno tiene los riñones bien,al igual que el corazón y el hipotálamo, que es donde está el centro de la sed, deberá beber agua cuando tenga sed; ni una gota más ni una gota menos. Mencionó que hay una campaña de marketing muy importante para que todos bebamos agua y seguramente llenemos los bolsillos de empresarios que no conocemos; y como consecuencia del fenómeno del estar bien, se ha difundido esta especie.
Subrayó que las esteticistas son nuestras grandes enemigas, pues son las que han convencido a mujeres y a hombres también, de que bebiendo mucha agua se quitan las arrugas, cosa que no es verdad, ya que no se quita ni una sola arruga bebiendo agua.
Invitó a nuestros lectores a que hagan una prueba: Que se pesen ahora mismo y a continuación, beban 2 litros de agua, se vuelvan a pesar y pesarán 2 kilos más, ya que cada litro de agua pesa un kilo.
Esa agua va a los riñones, señaló, los cuales la van a filtrar enviándola a la vejiga. Cuando empiecen a orinar, en 1 ó 2 horas orinarán dicha agua. Se vuelven a pesar y pesarán lo mismo que al principio. ¿Qué han hecho? Han intercambiado el agua de su cuerpo. Al cabo de esas 2 horas, el número de moléculas de agua que hay en el cuerpo es exactamente el mismo que había 2 horas antes, aclaró.
Mencionó que los atletas que mueren en los maratones o colapsan, sabemos desde 2002, que es por intoxicación por agua. Comentó por ejemplo, que en la maratón de Boston, en el año 2002, a 488 corredores se les sacó sangre antes y después de correr en dicha competencia y se vio que la mayor parte de los corredores tenían el sodio bajo, es decir, habían bebido demasiada agua y que los que colapsaban y llegaban a la meta y perdían el conocimiento o estaban confusos, no sabían lo que hacían, pues todos ellos tenían intoxicación por agua.
Más aún añadió que ninguno de los que tenían cierta deshidratación, tenía algún problema de confusión ni de síncope, es decir, que lo que mata es la intoxicación por agua y no la deshidratación.
Destacó que a partir de un sodio bajo, de menos de 125 partes por 1.000, se empieza a tener temblores, confusión, pérdida de memoria y al final, uno puede colapsar y hasta morirse.
Refirió el caso de una chica inglesa que había tomado drogas, se encontró mal y pensó que estaba deshidratada y bebió 3 ó 4 litros de agua inmediatamente. ¿qué es lo que pasó? Que hasta que los riñones empiezan a filtrar esa agua, las células se hinchan transitoriamente y también se hinchan las células del cerebro, que están metidas en un cofre, que es el cráneo, que no se puede dilatar. Por lo tanto, agregó, las células del cerebro se encuentran aprisionadas, pudiendo llegar a un trastorno nervioso que lleva al coma y a la muerte. Debido a este mecanismo, es que se muere la gente que corre en los maratones: porque entran en edema cerebral y al final se puede uno morir por intoxicación de agua.
Expresó que la persona que no hace ningún tipo de ejercicio físico importante, tiene que beber cuando tenga sed, ni una gota más ni una gota menos.
Tenemos el centro de la sed y si, por ejemplo, usted se come ahora una anchoa que contiene mucha sal, a los cinco minutos necesita usted beber y lo que le pide su cuerpo beber, es la cantidad de agua exacta que usted necesita para disolver la sal que contiene esa anchoa.
Añadió que es un mecanismo tan fino que no lo puede duplicar nadie y sobre todo, no lo puede duplicar la televisión, donde se ve un anuncio que invita a tomar 2 ó 3 litros de agua al día. Eso es publicidad engañosa y alguien deberá meter mano en esta historia, porque eso no induce más que a que gane mucho dinero gente que nos está engañando.
Los atletas son otro problema, aclaró. Siempre se ha dicho a los atletas: bebe por delante y eso además se ha trasmitido también al público. Bien, pues está claro que el atleta bueno, el que gana el maratón, ha bebido mucha menos agua que el que llega de último, comentó.
El último es el que ha estado bebiendo todo el tiempo y al final tiene intoxicación por agua. Bueno, igual bebe porque no es bueno y su carrera en vez de 2 horas dura 6. Los atletas buenos beben poco y en todo caso, están un poco deshidratados, no sobrehidratados. Estar sobrehidratado no es nada bueno, reiteró.
Me parece subrayó que beber dos o tres litros de agua al día es una barbaridad, ya que lo único que estamos haciendo es intercambiar el agua. Si de verdad el agua hubiese servido para algo, a la mañana siguiente pesaría 3 kilos más, enfatizó.
Finalizó remarcando que beber agua en exceso ni siquiera mejora en algo el riñón, ni produce ninguna limpieza celular. En todo caso, lo que hacemos es provocar que trabaje el riñón de más o sin necesidad