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Mérida, Yucatán, 24 de abril de 2012.- Para cuidar la salud de los infantes es importante prestar atención y cuidado al peso elevado que pueden presentar para su edad y talla, para evitar el desarrollo de enfermedades que afectarán su salud, indicaron especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
La creencia de que un niño "gordito" tiene buena salud es algo alejado de la realidad; ya que los especialistas recomiendan que el peso de un niño debe estar acorde con su sexo, talla y edad; ya que se puede correr el riesgo de padecer obesidad.
Los especialistas definieron la obesidad como una enfermedad crónica que se caracteriza por la excesiva acumulación de grasa en el organismo.
Algunas de las causas que pueden desencadenar la obesidad son los malos hábitos alimentarios e inactividad física; los antecedentes de la infancia, como son el peso al nacer y la edad en la que se inició la obesidad; así como los aspectos genéticos. Otro factor importante pueden ser la interrupción de la lactancia materna antes de los seis meses de edad o ser hijo de una madre con diabetes.
Los especialistas explicaron que los hijos de padres con obesidad tienen mayores posibilidades de padecer esta enfermedad; sin embargo, puede controlarse y prevenirse si se modifican factores como los malos hábitos alimentarios y la inactividad física.
Señalaron que el aumento de casos de obesidad infantil se debe a que los niños cada vez pasan mayor tiempo viendo televisión, jugando videojuegos o explorando en Internet; lo que ha sustituido el tiempo que empleaban en actividades recreativas más dinámicas.
Los especialistas del IMSS recalcaron que la obesidad puede aparecer a cualquier edad, y actualmente se diagnostica con mayor frecuencia a los cinco o seis años de edad y en la adolescencia.
Los niños obesos son de mayor talla que sus contemporáneos, pero el problema no es sólo la apariencia que adoptan, ya que también corren el riesgo de padecer presión arterial alta, enfermedad vascular cerebral, enfermedades cardiacas, diabetes, tener niveles de colesterol elevados, además de problemas ortopédicos y asma; así como depresión, baja autoestima y desordenes alimenticios.
Para prevenir y tratar la obesidad se debe establecer un diagnóstico en la clínica de adscripción o con su médico familiar, ellos pueden medir y pesar a su hijo de manera correcta, calcular el Índice de Masa Corporal y comparar el resultado con los valores de las tablas de crecimiento para niños de su edad y sexo.
En caso de que el niño presente obesidad se deben modificar los estilos de vida poco saludables, pero de manera gradual, sin someterlo a dietas restrictivas, a menos que su médico lo indique por razones médicas.
Se deben fomentar hábitos alimenticios sanos —como platillos saludables, establecer horarios fijos de comidas, aumentar el consumo de aguas naturales, frutas y verduras, y planear actividades físicas al menos por 30 minutos al día— con el objetivo de mantener una mejor calidad de vida en los infantes. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.