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Por motivos desconocidos, la niña Salecia Johnson inició un berrinche que la llevo a la dirección de la escuela, desde donde el titular de ese departamento llamó a la policía "para que ayudaran con una joven rebelde que había dañado cosas de otros estudiantes, de la escuela y además, había lesionado al director".
El jefe de la policía de Milledgeville, Dray Swircot constató los daños ocasionados por la estudiante en la escuela Creekside Elementary, en Atlanta, y también los intentos de la menor por escaparse varias veces.
Ante esta situación, los agentes optaron por esposarla para garantizar la seguridad de los niños y trasladarla a la comisaría.
Swicort agregó que luego de buscar por varias horas no se encontró a ningún representante de la menor. Horas después, una tía de la niña se presentó a la comisaría y ahí vió a la menor conmocionada y esposada a una celda.
La policía de Milledgeville aseguró que quitó las esposas de la niña al llegar a la comisaría, le dieron agua y algo de comer, y cuando llegó su tía se la entregaron sin presentar cargos en su contra.
La corporación policíaca insistió en que nunca fue puesta en una celda o encarcelada, aunque sí tuvieron que llevársela para resguardar la seguridad de los demás estudiantes. Esta decisión motivó una ola de críticas en medios de comunicación de Estados Unidos.