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CÓRDOBA, España, 16 de noviembre.- Un hombre de 50 años que responde a las iniciales de R. G. M. ha fallecido a las 11:00 horas de la mañana al lanzarse de un segundo piso de la céntrica avenida Ronda de los Tejares, de Córdoba, cuando su familia se personó en el inmueble con la Policía y una orden judicial para que abandonara por impago del alquiler el piso que habitaba. Aunque en un primer momento desde la Subdelegación del gobierno se confirmó que el caso respondía a un desahucio por impago a una entidad financiera, finalmente, el propio órgano gubernamental matizaba minutos después la naturaleza de los hechos.
Sus familiares habían denunciado los trastornos psíquicos que padecía este hombre, quien vivía solo podía tener problemas con el alcohol. De hecho, esta misma mañana se personaron junto a la Policía y hasta una ambulancia por temor a lo que sucedió después en este céntrico inmueble de la capital cordobesa.
Aunque se arrojó desde una segunda planta, la proximidad de una marquesina de autobús fue la que provocó por un golpe del cuerpo el fatídico final. El revuelo que ha provocado este incidente, en pleno centro de Córdoba, en una zona de muchas oficinas, negocios y tránsito, ha sido muy importante, así como la tensión vivida en esos momentos.
Lo que la Policía por mandato judicial había ido a ejecutar esta mañana al domicilio de Ricardo G. M., de 50 años, separado y con un hijo, era un desahucio por precario.
Este término jurídico significa «la situación de hecho que implica la posesión o disfrute de un inmueble ajeno sin que el ocupante tenga ningún un título o que teniéndolo no sea vigente (contrato u otro documento que le otorgue tal derecho) que le habilite a ello, sin pago de cantidad alguna por dicha ocupación y que no haya sido pactada una duración concreta de dicha utilización». Uno de sus múltiples ejemplos es, además de la entrada de okupas (sin casa) en inmuebles, «utilizado por los padres para conseguir que los hijos mayores o emancipados abandonen la vivienda familiar» según un experto consultado por ABC.
La víctima, con problemas de adicciones desde hacía tiempo, vivía con su madre en el inmueble desde hace más de un año. La situación era insostenible. Desde septiembre sabía que debía marcharse. Así lo había dictado un juez ante la reclamación de la familia.
Esta mañana habló con un amigo por teléfono para anunciárselo. A un billetero próximo a su portal, le dijo ayer al comprar un billete que esperaba que le cambiara la suerte, porque lo iban a desahuciar. Lo que la Policía por mandato judicial había ido a ejecutar esta mañana al domicilio. (ABC)