1181 palabras
KAMCHATKA, 16 de mayo.- Sentada delante de mi laptop mientras terminaba de leer los correos electrónicos escuchaba el tic tac de las agujas del reloj; bostecé, escribí unas palabras más y le di a enviar... miré el reloj situado en la parte inferior de la PC; ¡Genial, las 11 de la noche! Es viernes y no tengo nada que hacer, pensé... no está Raoul.
Mabel no quería quedarse sola el viernes, y se le fueron ocurriendo fantasías.
Piensa, piensa... Mabel, no te puedes quedar en casa un viernes... Rápidamente hice una panorámica mental de los posibles planes que se tornarían un viernes noche... No me apetece, nada pensé para mis adentros, revise mi agenda telefónica de la A la Z... sin resultado, todas las amigas que tenía apuntadas tenían pareja y seguramente tendrían cosas más importantes que hacer que salir de fiesta de solteras... eran esa clase de momentos en los que echaba de menos un hombre... y por qué no... en SEXO... por encima de todas las cosas.
He de reconocer que jamás he sido tímida a la hora de manifestar mis apetencias o a la hora de realizar un acercamiento con un hombre, pero llevaba una racha un tanto funesta... cuando de pronto la musa me toco con su gracia...
-¡Eso es!
Empezó a tener fantasías lésbicas aunque es más bien heterosexual.
Me levante de forma convulsa de la silla, cogí rápidamente mi bolso y me puse a buscar de arriba abajo... por fin encontré un cacho de papel... pequeño, escrito con una letra torcida y algo irregular... lo miré e intente hacer memoria de cuando había escrito esa nota... tras uno breves segundos no conseguí recordarlo, tan solo sabía que era un especie de chat donde gente variopinta se conocía, algo así como una especia de página de contactos, en el que introducías el perfil de chico que te gustaba y de pronto aparecías en una sala virtual con gente de daba ese perfil...
Nunca me había metido en un sitio así, pero ya que la noche del viernes estaba perdida... ¿Qué más me daba?
De hecho, quería pasar el viernes por la noche con su esposo, Raoul, pero él se fue de pesca con sus amigos y la dejó sola.
Aparte de unas horas de sueño, por supuesto...
En 1º instancia, me fui a la cocina con la intención de coger un tentempié, después de preparalo y de coger una botella de 2 litros de coca cola, me senté de nuevo delante de la computadora. Bien, allá vamos... inspiré y tecleé la dirección letra por letra, como si cada pulso me pesara cada vez más. Cuando terminé y le di al intro y mientras se cargaba la página, cerré de golpe la tapa del ordenador, me aparté de la computadora, empujándome en la silla y la mire como si estuviera poseída... rápidamente pensé para mis adentros:
-Ay, Mabel, en qué diablos estas pensado...
Recapacite unos segundos y la respuesta me sobrevino sola.
Pues para qué negarlo, en los últimos 5 meses el panorama masculino ha ido de mal en peor... tal vez de esta forma pueda conocer a alguien que caliente un poco mi cama... mientras la pantalla tomaba color rebotaba mis dedos de forma acompasada contra la mesa...
Por fin la página se abrió, comencé a leer las cláusulas de ingreso…que la empresa no se hacía responsable de lo que sucediera fuera de los encuentros virtuales, que no estaba permitido intercambiar fotos porno... esa clase de cosas...Burocracia para cubrirse las espaldas.
Por fin llegue a la parte en la que tenía que rellenar los datos de mi chico ideal... veamos:
Hombre, alto, moreno, pelo corto... depilado... complexión atlética fuerte... ojos verdes... mmmmm... qué más, que más... de pronto me quedé estupefacta... no me podía creer lo que preguntaba el cuestionario.
-¿Realmente importa el tamaño? ¿Cuál es tu medida ideal?
¡Joder! Pues claro que el tamaño importa... miré las opciones... de 10 a 15, de 15 a 20... + de 20;
Definitivamente puse más de 20 jajajajaja... ya puesta a pedir... quería una herramienta que cada vez que me sentara me acordara...
Terminé de rellenar el perfil de mis preferencias y por fin me tocó el turno... hora de describirse, mujer, soltera, complexión media, con curvas, grandes pechos, sincera...
Entonces, Mabel pensó que tal vez fuera buena idea irse a una casa de masajes, pero tenía miedo de equivocarse y terminar en manos de una masajista terapéutica.
Después de meditar un rato, le di a enviar... y de golpe apareció un avatar en la pantalla que parecía idéntica a mí pero virtualmente hablando... aquella web era sensacional, rápidamente me trasladó a un sitio, como una especie de sala donde había otros avatares como yo pero chicos, también alguna chica... hablaban entre ellos... debajo aparecían unas líneas...
Genial, era un tutorial de cómo manejar el cacharro éste, no tuve que hacer nada, antes de que me diera cuenta, alguien me habló, atravesé el ciber espacio... mmm... ese avatar estaba muy pero que muy bien... mantenía la extraña creencia de que la gente que había entrado en aquella web hubiera sido tan sincera como yo... por otro lado, aquella idea era un tanto absurda... todo el mundo sabe que por internet se miente constantemente...
El extraño habló y yo leí sus palabras en la pantalla:
-¿Hola?
-Hola, respondí.
-¿Eres nueva por aquí?
Así, mientras pensaba en la última vez que atendió a Raoul (en la imagen), se dirigió a su computadora a ver qué encontraba y...se encontró con "Emmet".
-Sí... ¿tanto se nota?
-Un poco, la verdad... has entrado y te mueves de forma errática... un tanto confusa, diría yo... déjame adivinar ¿es la 1º vez?
-Si... ¿pero cómo puedes saber tú eso?
-Digamos que llevo el tiempo suficiente por este dominio como para reconocer a la gente nueva con solo unas palabras... y bueno, dejémonos de simplicidades... Me llamo Emmett ¿y tú?
-Mabel... ehhhh, bueno, yo...
-Mira, si te parece podemos entablar una charla privada... (continuará)