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CANNES, Francia, 17 de mayo.- Las joyas de la alfombra roja de Cannes vuelven a ser noticia, aunque esta vez no por su belleza.
Las piezas valoradas en más de un millón de dólares que iban a ser prestadas a algunas de las actrices del festival durante los próximos días han sido robadas de una habitación de hotel en la Riviera francesa, según una fuente policial.
Joyas por valor de más de un millón de dólares destinadas a famosas que asisten al 66º Festival de Cannes fueron robadas al joyero suizo Chopard, que fabrica la Palma de Oro.
Las joyas se encontraban en la caja fuerte de la habitación alquilada por un empleado de la lujosa casa Chopard, que cada año cede parte de su colección más exclusiva a las estrellas del celuloide para las diferentes premieres. Se trata de una práctiva habitual.
Uma Thurman, Jane Fonda, Aishwarya Rai, Cara Delevingne o incluso el actor Jude Law han completado sus atuendos con piezas de la firma de alta joyería en las últimas ediciones del festival francés. La casa suiza es, además, la encargada de diseñar y fabricar la Palma de Oro, el galardón que se llevan los premiados en Cannes cada año.
El robo tuvo lugar la noche del jueves, mientras la española Blanca Suárez recibía el Trofeo Chopard, galardón que reconoce el talento de jóvenes valores del cine desde hace 12 años.
No es la primera vez que ocurre algún incidente en relación a las joyas de Chopard en un evento de estas características. En los Globos de Oro del 2011, Christina Hendricks, una de las actrices de la laureada Mad Men, perdió una pieza valorada en 850,000 dólares. Se trataba de un exclusivo brazalete prestado por la firma para lucirlo sobre la alfombra roja de los conocidos premios de Hollywood, el cual se desprendió de su muñeca sin que ella se percatara.
Finalmente, y para tranquilidad de la actriz, la pieza apareció y fue devuelta a Chopard.
El robo de estas joyas en Cannes nos remite también a la edición del 2009, cuando un individuo perpetró el inmueble donde residían los actores Mónica Bellucci y Vincent Cassel, robando joyas por valor de unos 80,000 euros.
Bellucci había viajado a Cannes para presentar el filme que protagonizaba junto a Sophie Marceau, Ne te retourne pas mientras que su compañero defendía la película brasileña A Deriva.
Tampoco es extraño que alguna de las celebrities se niegue a devolver las joyas prestadas. El caso más sonado lo protagonizó Jennifer Lopez en el 2009, cuando después de lucir unos diamantes valorados en 50,000 euros no acudió al día siguiente a devolverlos defendiendo que se trataba de un regalo del joyero Robert Mouawad.
Antes que ella, Sharon Stone fue demandada por quedarse el collar valorado en 400,000 euros con el que promocionó Sliver, y la mismísima Paris Hilton estuvo en el ojo del huracán por una pérdida sospechosa. La rica heredera perdió el brazalete valorado en 160,000 euros que lució en los Oscar del 2003. En su momento dijo que lo puso en el coche de un amigo y que al regresar al vehículo no había rastro de él. En Madrid, Winona Rider extravió un valioso collar que le prestaron para lucir en los premios PRIX de la Moda de Marie Claire.
Así, joyas por valor de más de un millón de dólares destinadas a famosas que asisten al 66º Festival de Cannes fueron robadas la madrugada de este viernes al joyero suizo Chopard, que fabrica la Palma de Oro, informó la Policía.
La Palma de Oro, máxima recompensa del Festival de Cannes, "está a salvo", precisaron a AFP los organizadores del evento tras el hurto millonario.
El robo tuvo lugar en el hotel Novotel a 15 minutos del palacio del Festival. Según las primeras estimaciones, el botín suma "más de un millón de dólares" en joyas. Está situado en el bulevar Carnot de Cannes, frente a un local policial que estaba cerrado cuando sucedieron los hechos.
El robo tuvo lugar en el hotel Novotel a 15 minutos del palacio del Festival, en la habitación de una persona empleada de la joyería Chopard, indicó la Policía.
Según las primeras estimaciones, el botín suma "más de un millón de dólares" en joyas, indicó la misma fuente. El hotel está situado en el bulevar Carnot de Cannes, frente a un local policial que estaba cerrado cuando sucedieron los hechos.
Otras fuente vinculadas a la investigación indicaron que la víctima del robo es una mujer de nacionalidad norteamericana que trabaja para Chopard, llegada la víspera desde Estados Unidos.
La mujer regresó a su habitación entre las tres y las cinco de la mañana, momento en que descubrió el robo.
La noticia corrió como un reguero de pólvora en los pasillos del Festival, en lo que parecía un remake de Atrapa a un ladrón (To catch a thief) de Alfred Hitchcock (1955), donde Cary Grant es un ladrón retirado que investiga una serie de robos en grandes hoteles de la Costa Azul, incluyendo a una rica norteamericana encarnada por Grace Kelly.
En la historia real, el o los ladrones desempotraron la caja fuerte con las joyas, destinadas a famosas que iban a exhibirlas al subir la célebre escalinata que conduce al Palacio del Festival.
Algunas fuentes consultadas se asombraron de que estas joyas de tan alto valor se encontrasen en un hotel que no pertenece al circuito habitual de los famosos y no en los locales del joyero suizo situados en el hotel Martinez, uno de los principales palacetes de la Croisette.
Tanto Chopard como la cadena Novotel se negaron a dar detalles inmediatos acerca del incidente.
Desde hace años Chopard es el principal joyero que suministra las joyas que engalanan a las estrellas en Cannes. Este año, la famosa marca suiza de joyería y relojería suministró por ejemplo joyas que ostentaron sobre la alfombra roja Julianne Moore, Lana Del Rey, Cindy Crawford, la actriz china Fan Bing Bing y la española Blanca Suárez. Chopard fabrica además la Palma de 118 gramos de oro amarillo, de un valor aproximado de 20,000 euros, que se atribuirá el 26 de mayo.
Junto con Los Ángeles durante la ceremonia de los Oscar, Cannes reúne en el momento del Festival, en la segunda quincena de mayo, la mayor concentración de joyas del mundo.
El año pasado, la actriz y productora argentina Martina Gusmán, miembro del jurado del 65º Festival de Cannes, fue víctima de un robo en la habitación del lujoso hotel donde se alojaba.
Los jugadores de fútbol senegaleses Souleymane Diawara y Mamadou Niang, que también se encontraban en Cannnes durante el festival, también fueron visitados por desconocidos, que se llevaron cuatro relojes de lujo por un valor de 400,000 euros, en una villa situada en las afueras de la estación balnearia. (Vanitatis/AFP)