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MEXICO, D.F., 12 de junio.- Para el escritor José Emilio Pacheco, nunca antes existió alguien ni volverá a existir nadie como Carlos Fuentes (Panamá, Panamá, 11 de noviembre, 1928 - Ciudad de México, 15 de mayo, 2012), quien con su desaparición física marcó el término de una época literaria que él inició, lo tuvo como su protagonista esencial y principal animador.
Para el escritor José Emilio Pacheco, nunca antes existió alguien ni volverá a existir nadie como Carlos Fuentes (en la foto).
“Hace un año la obra de Carlos Fuentes inició un camino ya independizado de su autor, nada nos consuela de su ausencia pero tenemos la certeza de que cada vez estará más vivo en su inmensa obra”, expresó José Emilio Pacheco en acto solemne realizado en El Colegio Nacional con el que se le rindió homenaje al autor de La región más transparente, a un año de su fallecimiento.
La noche del 10 de junio, en la sede de Donceles 104 en el Centro Histórico, el poeta y ensayista se refirió a las obras del escritor fallecido el 15 de mayo del 2012. Indicó que La región más transparente tuvo una resonancia que no ha vuelto a lograr ninguna otra novela mexicana.
“Fuentes encontró la novedad de la capital. Para quienes nacimos y crecimos aquí no tenía ningún atractivo la avenida San Juan de Letrán, Insurgentes, el Zócalo o Chapultepec. La región más transparente nos familiarizó ese paisaje urbano que dábamos por conocido y nos mostró su riqueza, su complejidad y ante todo su misterio”, mencionó el autor de Las batallas en el desierto.
El novelista y cuentista mexicano, presentado por Enrique Krauze —presidente en turno de El Colegio Nacional—, como lector, compañero y amigo de Carlos Fuentes; dijo en su discurso que el creador de Aura borró para siempre el estigma de ser escritor mexicano.
“Antes de él, para leer en los transportes camión o tranvía un libro de nuestros autores había que forrarlos con papel de estraza como si fueran una novelita pornográfica. Era común la frase: ‘por qué mejor no lees a los franceses o a los norteamericanos que sí son buenos’”, apuntó el poeta.
José Emilio Pacheco recordó que uno de los rasgos de Carlos Fuentes fue su generosidad y que con él inició la era mediática que los autores de antes no sospecharon. “Dueño de una brillantez verbal suprema en dos o tres idiomas, Fuentes pareció desde un principio un personaje ideal para las aulas, los salones de conferencias y los estudios de televisión”.
Agregó que Carlos Fuentes era y fue siempre el más accesible, modesto y cordial de los seres. “En lo que a mí concierne sólo puedo decir innumerables muestras de su interminable generosidad”.
En presencia de personajes del ámbito cultural, Silvia Lemus y Cecilia Fuentes Macedo, viuda e hija de Carlos Fuentes, respectivamente; el historiador Enrique Krauze habló del hombre que tuvo un don particular para la gentileza y la amistad.
Comentó que fue un 17 de octubre de 1972 cuando Carlos Fuentes ingresó como miembro de El Colegio Nacional, siendo Octavio Paz (Ciudad de México 1914 - 1998) quien le diera la bienvenida con un discurso en el que describió su obra.
Octavio Paz dijo: “La literatura universal sólo tiene dos temas, uno es el diálogo del hombre con el mundo, el otro es el diálogo de los hombres con los hombres. La pregunta de Fuentes se abre, se cierra y se vuelve abrir. En el ámbito del segundo tema, en verdad más que una pregunta es el cuerpo a cuerpo con la realidad, a veces un combate y otras un abrazo erótico, por eso las dos notas de su obra son el erotismo y la política”.
Enrique Krauze resaltó la vocación iberoamericana de Carlos Fuentes, en la que fue lúcido y tenaz. “En el foro de Iberoamérica que fundó, en innumerables congresos, cátedras y conferencias en ensayos y libros fue defensor del legado histórico, cultural y literario de nuestra América. Creyó en ella, trabajó por ella, fue un intérprete de Iberoamérica para sí misma, y un embajador cultural plenipotenciario frente al mundo”.
Posteriormente, después de la proyección de un video de semblanza de Carlos Fuentes, en donde aparece hablando de su obra y es recordado por amigos y familiares, el acto finalizó con la develación de un retrato del escritor.