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RIO DE JANEIRO, Brasil, 28 de julio.- El Papa pidió hoy a los jóvenes que "no tengan nunca miedo de ser generosos con Cristo", al rezar el Ángelus al término de la multitudinaria misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que celebró en la playa de Copacabana.
"Vale la pena. Salgan y vayan con valentía y generosidad, para que todos los hombres y mujeres encuentren al Señor", sostuvo ante un imponente marco de más de 3,000,000 de personas y donde anunció que Cracovia, la Diócesis de Juan Pablo II, será en el 2016 de la próxima JMJ.
Y explicó que la práctica cristiana "no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad", porque ello "sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde".
"La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite", expresó. Y agregó: "El evangelio es para todos, no para algunos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente".
El Pontífice argentino agradeció a los jóvenes por "todas las alegrías que me han dado estos días" y aseguró: "Llevo a cada uno en mi corazón", en medio de una ovación.
Al rezar el Ángelus en portugués, el Pontífice argentino preguntó a los jóvenes si estos días "comprendieron mejor que el evangelio es la respuesta al deseo de una vida todavía más plena".
El Papa aseguró además que "llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia". Y añadió: "El evangelio destruye y demuele las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio, para edificar un mundo nuevo". (Agencias)