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Mérida, Yucatán, 9 de noviembre de 2010.- Recibimos del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado las versiones estenográficas de los posicionamientos que algunos de los diputados locales panistas manifestaron ante el Pleno, respecto al exhorto que la mayoría legislativa conformada por los diputados priistas y el del verdeecologista le hicieran al diputado blanquiazul Pedro Couoh Suaste.
Ante este gobierno que oculta su cobardía en la represión. El hecho de estar ante un grupo de diputados que obedecen fielmente a la llamada telefónica, a las indicaciones de quien mal administra los recursos de Yucatán, me permite estar en las mismas condiciones de los ciudadanos, de mis representados, en las mismas condiciones de esos periodistas que, defendiendo su forma de pensar, han sido reprimidos.
Qué bueno que manifiestan de esta manera el miedo, el pánico que tienen cuando se les dice la verdad.
Sin duda la verdad ofende precisamente a aquéllas personas que buscan ocultarla, a las que utilizan los recursos para tratar de pulir una imagen que día a día se desbarata, se deteriora. Me exhortan a conducirme con decoro... decoro es el respeto a las personas, sobre todo a los que menos tienen, a los que trabajan día con día para llevar el sustento a sus hogares. Son la gente que más merece ese respeto y, sin duda, siempre lo he tenido para ellos. Siempre lo he tenido y lo tendré porque soy uno de ellos. Soy una persona que ha trabajado toda su vida y que, después de haber sido alcalde, puedo caminar con la frente en alto.
No hay una sola persona, hasta el día de hoy, que me pueda echar en cara que me quebré por unos pesos o que me conduje con zalamería por un cargo. Tengo esa dignidad.
Les digo a mis compañeros que hoy aprobaron reconvenirme por venir a decir aquí lo que pienso y lo que piensan miles y miles de yucatecos, que no me van a callar. Aquí estaré las veces que sean necesarios, siempre, con dignidad para decir lo que pienso y piensan mis representados. A decir lo que pienso y lo que sucede a Yucatán. No se equivoquen: ya han comprado a otras gentes, ya han intimidado a muchos otros, pero aquí, conmigo tocaron con piedra.
Exhorto a un diputado de este Congreso, que lo único que ha hecho es hacer uso de esta tribuna. Si lo que se pretende con esto es poner una mordaza a un diputado que no ha tenido empacho en subir a hablar sobre la perversa realidad que hoy prevalece en Yucatán. Este exhorto, le duela a quien le duela, no va nos va a obligar a los diputados de oposición, los del PAN, por supuesto, a que cerremos la boca. No nos van a tapar la boca.
Se habla de ofensas, se habla de pudor; se ofende al legislador cuando se pretende acallar la voz del ciudadano, que es a quien representamos.
Se ofende a este Congreso y a su Soberanía cuando se acota la participación de quien sube a hablar del nefasto, autoritario y represivo gobierno de Yucatán. No me canso de decirlo. ¿Exhorto público? Claro que debe de venir, pero debe de venir de los ciudadanos; es la ciudadanía la que debía venir a hacer un exhorto público a los diputados de este Congreso que en sumisa y penosa actitud olvidan el compromiso de porqué estamos acá.
De allí debe venir el exhorto público. De la ciudadanía a quien representamos. ¿Decoro?, venir a hablar de decoro, que se falta al decoro. Decoro, según la Real Academia Española, también es pudor y saben bien compañeros, no tiene pudor quien se vende al mejor postor, quien por comodidad o conveniencia sube a pedir exhortos públicos, no tienen pudor quienes hoy pretenden acallar la voz de los diputados, que es la voz del pueblo
No nos vamos a callar, que quede claro, bienvenidos sean todos los exhortos públicos, si ese es el pago que tenemos que tener por cumplir con nuestras funciones.
Es de llamar la atención el hecho de cómo se pide primero un receso sin que la persona que viene a presentar un punto de acuerdo haya solicitado ese receso para elaborarlo. Sería bueno ver los niveles de comunicación que hay, porque en ningún momento ví que la persona que pidió ese punto de acuerdo haya pedido ese receso. A lo mejor fue por instrucciones de alguien más.
Cuando se solicita un punto de acuerdo hay que decir cuál fue la ofensa, cuál fue la llamada de atención, cuál fue la violación, a qué artículo de la ley. No olvidemos que si hay un acuerdo firmado, el acuerdo no puede estar por encima de la ley orgánica. Aquí basta un exhorto y un punto de acuerdo para exhortar al respeto a un diputado. Recordemos que el propio diputado (el que solicitó el exhorto) en su punto de acuerdo dice que no podrá ser reconvenido por las declaraciones que aquí manifiesta.
Estamos de acuerdo con el respeto, estamos de acuerdo con la dignidad de cada uno de los diputados pero me parece que no podemos llegar al exceso de querer coartar y limitar la libertad de expresión, sobre todo que, a mi parecer, no hubo en ningún momento ninguna ofensa a alguno de los diputados.
El acuerdo que se firmó, se firmó de buena fe para poder respetar tiempos de intervenciones y poderse sujetar a temas con fines meramente de organización para que podamos tener una glosa de un informe ordenado.
Sin embargo, parece que el acuerdo se le quiere elevar al nivel de coartar la libertad de expresión y de querer limitar los temas sobre los cuales cada quien puede hablar.
Me parece que parte fundamental de la responsabilidad de los legisladores, no es nada más legislar y hacer leyes que les envía otro poder sino que es también vigilar, exigir cuentas claras y, por supuesto, señalar con críticas, respetuosas pero siempre críticas, las cosas que nos parezcan de nuestro estado de Yucatán.
Aquí habemos legisladores que parece que son una extensión del Ejecutivo al decir todos los logros y beneficios que este Ejecutivo le ha dado a nuestro Estado en los últimos tres años, y a denostar y comparar con el gobierno federal y a decir que somos una isla de seguridad y que somos tantas cosas hermosas que pareciera que estamos viviendo en mundos distintos cuando la sociedad a gritos pide que tengamos un poco más de libertad, de democracia y que el dinero se aplique con transparencia y para las cosas que nos urgen a todos los yucatecos.
Creo que es también respetable el hecho de que cada uno, de acuerdo con la fracción parlamentaria que representa y a la población que los eligió pueda manifestar lo que cree, quiera manifestar lo que siente y, si disiente con el gobierno también tenga la libertad para poder hacerlo.
No nos vayamos con el extremo de hacer un exhorto publicado en el Diario Oficial y en los periódicos para poder pedirle a un diputado se dirija con respeto a una mesa directiva que ni siquiera ha podido decir en que se le faltó al respeto.
Estaría yo de acuerdo si a lo mejor si se hubiera firmado el acuerdo para respetar la intervención de diez minutos y el diputado hubiese hablado 25 minutos y aún así le hubiera valido un cacahuate lo que se hubiera firmado en ese acuerdo. Aquí lo único que se dijo y que bien hizo el presidente en mencionar, es que habían temas en los cuales se estaban discutiendo y se reconvino al diputado a que se ajustara a esos temas. Una vez hecha esa aclaración, una vez hecha esa manifestación, el diputado pudo haber tenido la libertad de acatarla o de haber seguido hablando de la glosa del informe sobre los temas que hubiera querido.
Estamos precisamente en el informe y estamos en la glosa. Además, se redujeron a dos días las comparecencias cuando antes eran cuatro y así podemos seguir hablando de cuáles son los puntos sobre los cuales se trata de coartar y a prácticamente minimizar todo lo que tenga que ver con el análisis del gobierno y la ejecución del gasto público.
Estamos iniciando prácticamente esta Legislatura. Estamos en el segundo período de sesiones, hemos demostrado con hechos que hemos aprobado por unanimidad leyes que le van a beneficiar a Yucatán y no cuestionamos su origen. Sencillamente hemos demostrado la buena voluntad y la aportación que le hemos hecho a esas iniciativas, pero cuando se trate de analizar como es nuestra obligación, del gasto público y del ejercicio de un Poder ajeno a este Legislativo, allí también es nuestra obligación y nuestra responsabilidad cuidar el derecho que tienen los legisladores de manifestarse. Boletín del Grupo Parlamentario del PAN en el Congreso del Estado.