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1. Pibes voladores. Todo mundo se pregunta de qué serían los 700 mucbilpollos de a 700 varos cada uno que nuestra gobernadora Ivonne Ortega envió en dos tandas a la ciudad de México (ya que la primera tanda llegó aceda). Se especula si estaban salpicados de caviar, de salmón o de langosta. Porque por más superespeciales que los hubiese preparado el famoso banquetero Rigel González, se antojan carísimos. Los pibes gourmet fueron enviados por Aeromexpress, una empresa de paquetería vía aérea que es subsidiaria de Aeroméxico. Se enviaron a politicos de la metrópoli y a artistas de la farándula "amigos de la casa", por supuesto del Canal de las Estrellas.
2. Escasez Dicen que las cosas ya andan tan mal en la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida en lo que concierne a la cuestión financiera, que Roger Metri lo único que repite como disco rayado es: "no hay dinero". El parámetro que confirma lo anterior, son Las Maya Internacional, a quienes la anterior administración blanquiazul satisfizo siempre puntualmente con el monto de sus emolumentos, en tanto que ahora, lo único que repiten sistemáticamente a las integrantes del prestigiado conjunto, cuando preguntan si ya pueden pasar a cobrar, es la frase sacramental de Metri: "No hay dinero", "no hay dinero". Otro factor que está provocando que dicha dirección no marche bien, es el constante golpeteo que Carlos Sarabia aplica sobre su jefe Roger Metri. Se dice que Sarabia Barrera se ha puesto como meta llegar a la dirección de cultura para el año que viene. ¿Lo logrará? Ya veremos si le da la zancadilla a Roger.
3. Más casitas. Que el flamante director del DIF y ex director del Registro Civil, Dafne López, hijo del ex diputado y ex presidente de la gran comisión del congreso, del mismo sonoro nombre, se ha estallado una casa de dos pisos en la colonia México Norte de esta ciudad, predio que es utilizado indistintamente como bodega, especialmente en época de comicios, para el almacenaje de gorras, camisetas y otros efectos de reparto con intención clientelar o como casa amiga, donde se practica el noble arte del acarreo u otro tipo de suertes de índole electoral y prestidigitación.
4. Don Camote. Pues tal parece que al famoso tesorero del gobierno del estado, Juan Gabriel Ricalde Ramírez, le entró la obsesión por la seguridad, porque todos los días, a la vera de su casa, se observa una camioneta con integrantes de la policía judicial del estado, del grupo que bien sabemos que "no existe": los dígitos, que lo siguen a todas partes para protegerlo y si no es la camionetona, lo hace un par de motociclistas, que "para resguardar su seguridad".
5. Foro candente. Muchos comentarios ha levantado el evento realizado la semana pasada en el Teatro del IMSS. Se trató de un foro sobre libertad de expresión que coordinó el "Movimiento Ciudadano por el Análisis y la Reflexión" un nuevo grupo de profesionistas que están tocando en sus reuniones diversos temas de interés ciudadano. Acudieron varios de los que en este período gubernamental yucateco han sufrido en carne propia de intimidación o de franca represión. Varios de ellos han pagado con cárcel su derecho a disentir. Ahí expusieron ampliamente sus difíciles experiencias, consecuencia de ser críticos y decir o escribir lo que piensan.
6. Las lanchas chocolate. ¿Que autoridad yucateca ha protegido y solapado a quienes hoy son acusados de vender lachas robadas en Florida, EEUU, que además traen documentos falsos, clonados de lanchas y yates verdaderos que se venden legalmente en Florida? ¿Quien les brindó protección y hasta se dice adquirió varios de esos vehículos marinos de recreo? Todo mundo sabía, pero ninguna autoridad actuó oportunamente.
7. Luz en la calle y obscuridad en casa. Pudimos enterarnos que el rollizo diputado federal priista Jorge Carlos Ramírez Marín, no se caracteriza por su largueza (no es albur) sino que por el contrario, es la versión uayé del mítico Shylock y en similar orden de ideas, trae siempre al cuarto para las doce a su jefe de prensa, Miguel Hernández Madero, quien tiene que tragarse su coraje al ver que no le pagan, pero que Jorge Carlos reparte chayotes a discreción entre los integrantes de la prensa vendida cuando de asegurarse que hablen bien de su hijo se trata. Probablemente el legislador federal tricolor ande buscando inculcar en su empleado el cultivo del hábito del ayuno, que es una virtud heroica.