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Cinco estrellas
No cabe duda que las mejores propuestas del entretenimiento estadunidense ya no están en sus películas. Las buenas ideas argumentales se han mudado a la televisión. La llamada "caja idiota" se aleja de este mote y ofrece niveles de producción más decorosos que los del "séptimo arte".
La TV ha crecido con proyectos arriesgados. "Los Soprano", "Lost", "Roma", "Dexter", "Doctor House", "Los expedientes X", "Arrested development" y "The wire", son ejemplos de argumentos inteligentes que ganaron la aprobación del público y la crítica.
Un novedoso programa se estrenó esta semana por la cadena FOX. "The walking dead" es una serie que adapta el reconocido comic del mismo nombre. Inspirada en las películas de George Romero, esta novela gráfica está escrita por Robert Kirkman y dibujada por Tony Moore —hasta el número 6— y Charlie Adlar —del volumen 7 hasta la fecha. El primer episodio fue transmitido el 1 de noviembre y ha sido una grata experiencia televisiva.
Rick Grames es un policía en un pequeño pueblo americano. Su matrimonio con Lori atraviesa por algunas dificultades. En un operativo es herido gravemente de bala y es internado en un hospital. Al despertar, Rick descubre que no hay nadie que le asista en el sanatorio. No hay rastros de enfermeras o doctores. Los pasillos están desiertos y todo luce desordenado y caótico.
Una extraña enfermedad ha convertido a la gente en zombis y para sobrevivir Rick tendrá que enfrentarse a ese apocalipsis. Su misión es reencontrarse con su esposa Lori y su pequeño hijo Carl. Al igual que Ulises en "La odisea", el policía vencerá obstáculos para regresar con su amada, que ahora es cortejada por su mejor amigo.
Lo primero que me sorprendió de "The walking dead" es su gran nivel de producción. La fotografía pulcra, un manejo de cámaras estudiado, una banda sonora que sabe cuando incrementar la tensión en el espectador y unos efectos especiales bárbaros. La apariencia de los muertos vivientes está por encima de muchas películas con mayores presupuestos.
Hay una influencia notoria del cine de George Romero. Aunque también emula detalles de otras producciones. El despertar de Rick en el hospital abandonado es muy similar a "Exterminio" de Danny Boyle, mientras que la secuencia de apertura con la niña zombi está tomada de "El amanecer de los muertos". También hay una inspiración estilo Quentin Tarantino con la charla de Rick y su amigo Shane en el interior de la patrulla; sin olvidar el manejo hitchcockniano del suspenso.
Los obligados referentes del tema zombi son ineludibles: las formas de contagio por medio de rasguños o mordeduras, la destrucción del cráneo como única manera de acabar con un muerto viviente, la fiebre mortal posterior al contagio, etc. Sin embargo se evitan otros tópicos como darle al espectador una explicación científica de la epidemia. Si la serie se ciñe al comic, el motivo del holocausto permanecerá oculto.
El inicio ha sido muy prometedor. Falta ver si se mantienen los aciertos de la novela gráfica, exponiendo cierta crítica social en sus personajes. Casi todos son seres confundidos en medio de una situación extrema, donde los deseos de supervivencia los conflictúan en aspectos morales y éticos.
En este primer capítulo Rick conoce a Morgan Jones y su hijo Dwane. Morgan vive atormentado por no haber tenido el valor de matar a su esposa cuando esta fue contagiada. La mujer transformada en zombi ronda la casa de los Jones abrumando a Dwane. Cuando Rick le ofrece ayuda a Morgan para escapar a un lugar seguro nos sorprende la negativa del padre. En la escena siguiente vemos que los verdaderos motivos de que permanezca en esa casa es su deseo de darle descanso eterno a su esposa. Pero cada vez que logra ponerla en la mira de su rifle no puede apretar el gatillo.
Los elementos del género se entrelazan con conflictos más humanos. Los personajes van mostrando en cada acción lo peor y lo mejor de su propia naturaleza. Los zombis se vuelven personajes secundarios que sólo sirven para dar marco a las situaciones que se presentan. Si bien hay algunas partes aterradoras e inquietantes, la historia se centra más en presentarnos una sociedad desmoronada que cataliza su derrumbe por el holocausto.
Aunque "The walking dead" no tiene el mérito de ser la primera serie televisiva sobre zombis —esa distinción se la ganó la inconclusa "Lifeless"— no puede negarse que es un proyecto novedoso, hecho con calidad y con un guión muy bien escrito.
Lo mejor: es una serie innovadora, maneja muy bien el suspenso y su apartado técnico es perfecto.
Lo peor: habrá a quien no le apetezca el tema zombi y la dejará pasar de largo.