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La realización del foro "Libertad de Expresión, mito o realidad", convocada por el Movimiento Ciudadano por el Análisis y la Reflexión, que se verificó en el teatro del Seguro Social y que reunió aproximadamente a unos ciento veinte asistentes, fue el catalizador para que diferentes ciudadanos manifestaran diversos agravios inferidos por personas e instituciones vinculadas al actual gobierno del estado.
El foro, convocado bajo el formato de mesa panel, contó con la presencia del Lic. Víctor Arjona Barbosa como moderador y la participación de la ex gobernadora Dulce María Suari Riancho, el investigador Luis Ramírez Carrillo y Geofredo Angulo López, secretario particular del titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán, Jorge Victoria Maldonado.
La mecánica del evento consistió en diversas preguntas que el moderador formuló a los panelistas, contestadas en diverso orden por éstos y la participación final del público formulando algún cuestionamiento sobre cualquier tema o aportando algún comentario o punto de vista.
Los panelistas coincidieron en que existen diferentes formas de ejercer la libertad de expresión: hablar, reunirse, escribir para algún medio o plasmarlo en las redes sociales. El planteamiento fue hecho por Dulce María Sauri, quien planteó tambien el tema de los límites que entraña la posibilidad de expresarse libremente y la cuestión del derecho a la información de parte de los ciudadanos. La ex gobernadora habló igualmente del derecho a manifestarse libremente y a la privacidad, que viene aparejado con la cuestión informativa.
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Luis Ramírez Carrillo indicó que, respecto a los límites de la libertad de expresión, lo importante son las formas de expresarse, hacerlo sin ofender y su efectividad radica en el medio en que se haga.
Dulce María Sauri declaró que la libertad de expresión está en la esfera de lo público y manifiesta la relación entre la ciudadanía y sus autoridades. Indicó que no es lo mismo realizar un planteamiento a un presidente municipal de una localidad pequeña, que hacerlo con su homóloga de Mérida. Destacó que hay diferentes dimensiones de poder. Mencionó que no es lo mismo ejercer la libertad de expresión desde un periodiquito semanal, que sale con enorme esfuerzo, a hacerlo desde un medio que sale a diario con varios miles de ejemplares que llegan a toda la sociedad, subrayando que aquí también hay dimensiones. Indicó que es importante la participación de la ciudadanía, aunque a algunas autoridades no les agrada una sociedad participativa, aunque es deber de la autoridad garantizar este derecho.
Geofredo Angulo recordó el caso del poeta campechano Sergio Uitz, que fue acusado de ultrajes a los símbolos patrios por un poema que incluía una alusión coprolálica al lábaro patrio, destacando que es fundamental que el ejercicio de la libertad de expresión no ofenda a terceros ni moleste o hiera a alguien en su sensibilidad o afectos.
Dulce María Sauri sacó a colación el tema de la delincuencia organizada, como un factor adicional de coacción a la libertad de expresarse, cosa que por fortuna dijo, no ocurre en Yucatán.
Luis Ramírez aseveró que el miedo redunda en autocensura y una cultura que intenta reprimir la crítica. Agregó que en el caso de Yucatán existe una tradición de recurrir a la prensa para ejercer la crítica, pero que a su juicio, lo que resulta grave es la tendencia de la sociedad a depender del gobierno. Refirió que la libertad de expresión inevitablemente nos remite a los asuntos de la transparencia y la rendición de cuentas y a los mecanismos que garanticen que esto sea posible. Comentó que al respecto nos queda mucho trecho por andar en nuestro medio.
Dulce María Sauri concluyó que en Yucatán la libertad de expresión es mito y realidad al mismo tiempo, pues de lo contrario, eventos semejantes al que los congregaba, no serían posibles, tal cual ocurre en otros paises, donde las propias autoridades se encargarían de que no hubiera un grupo convocante ni público asistente. Reconoció, sin embargo, que eran pocos quienes realmente se interesaban en el tema. Reiteró que es importante recurrir a los medios jurídicos que estén a la mano para fortalecer este derecho
Luis Ramírez determinó que sí hay libertad de expresión pero que en estos momentos en Yucatán estamos dando pasos para atrás, tanto en medios públicos de expresión como privados, porque estos últimos son muy dependientes del financiamiento que reciben. Recordó el caso de una locutora despedida por críticas a la gobernadora y el cierre de dos programas de radio y uno de televisión. Finalizó recordando que cuando el estado se siente suficientemente fuerte, la crítica no le hace mella. Eso destaca la debilidad implícita, aseguró, que resulta tras encerrar en la cárcel a alguien que expende camisetas con alguna leyenda. Las razones de la represión son siempre mínimas en estos casos, reiteró. La libertad de expresión siempre trae consecuencias en estados como el nuestro, remató.
Geofredo Angulo cerró su participación diciendo que la existencia de la libertad de expresión era algo muy subjetivo y que, más que nada, le parecía un metaderecho que era menester ir contribuyendo a materializar.
Tras esto, vino la proyección de un par de videos y en la sección de preguntas, este reportero cuestionó a Dulce María Sauri las divergencias de criterio manifiestas, entre su postura plasmada en el evento y la revelada el 25 de junio de 1992 con la represión desatada contra los campesinos en la plaza grande, lo que patentizaba una abierta contradicción. La ex gobernadora rememoró los acontecimientos y se ratificó en su convicción de haber hecho lo correcto.
Acto seguido, se dió a conocer la asistencia de José Ayala Aldana, víctima de la represión oficial por protestar a las puertas de palacio de gobierno, quien manifestó a los presentes que sufrió fractura en varias costillas y el tabique nasal a consecuencia de la golpiza que le propinaron policías municipales, exhibiendo las placas que probaban su aserto.
La manifestación de José Ayala catapultó la libre expresión del público asistente y así Víctor Canché manifestó cómo fue reprimido, perseguido y encarcelado por comercializar playeras con la leyenda "Yo Chiflé a Ibom", junto con otros compañeros que se dedicaban a la venta de estas camisetas, siendo acusados injustamente de poseer moneda falsa, entre otras calumniosas imputaciones de parte de distintas instancias de autoridad.
Asimismo, Minelia Frías Chalé, comadre de la titular del ejecutivo, recordó a los asistentes cómo su marido e hijos perdieron sus trabajos en represalia a haberse negado a votar por quien abanderaba la candidatura priista en Dzemul, sin que importara que la gobernadora estuviera enterada de que tiene una hija discapacitada, a la que se le retiró la atención médica, que le fue devuelta merced a la intervención de la alcaldesa panista de la localidad, quien reconoció la ha apoyado mucho.
Terminado el evento, el Presidente del Comité Municipal del PAN, Rodolfo González Crespo, reclamó por el cuestionamiento formulado por este reportero a la ex gobernadora, le pareció politicamente incorrecto, aunque comprensible desde el punto de vista periodístico, toda vez que fue realizado a una figura afín hoy por hoy, a los objetivos del blanquiazul.
El evento concluyó pasado el medio día.