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Cero estrellas
Como era de esperarse, Hollywood ha lanzado una secuela de la taquillera cinta de horror "Actividad paranormal". Para no forzarse el coco se ha aplicado el mismo esquema: una ficción disfrazada de documentalidad donde varias cámaras de seguridad y una videograbadora con visión nocturna registran fenómenos inexplicables en el interior de
una casa.
La historia se centra en Kristi (hermana de la protagonista del primer filme), quien junto a su esposo Dan, su hijastra Alli, su empleada doméstica, su pequeño hijo Hunter y su mascota —una perra pastor alemán— vivirán extraños sucesos en su hogar. Todo comienza
cuando la familia encuentra que todos los muebles han sido desordenados como si hubiese sido víctimas de un robo. Lo curioso es que nada de valor se ha extraviado.
Contrariados, mandan a colocar varias cámaras por todos lados —incluyendo el área de la alberca. Ollas que se caen, puertas que se cierran y luces que se apagan son el inicio de situaciones que van en aumento hasta que se revelan las entidades oscuras que afectan a Kristi y compañía. Los espíritus parecen más interesados en el bebé Hunter que en los demás miembros de la familia.
"Actividad paranormal 2" se diferencia de su predecesora por usar un mayor número de cámaras y permitir diversos puntos de vista en diferentes espacios de la casa. Es una especie de Big Brother demoniaco que artificializa la propuesta inicial. La amplia cobertura visual de los extraños hechos rompe el sentido de verosimilitud que tenía la primera
película.
Otra discrepancia es la ingenuidad de su guión. No es que la primera fuera muy brillante en su historia, pero al menos era más sencilla y "creíble". Ahora se pretende una trama compleja planteada con una torpeza desesperante y una falta absoluta de sentido común. ¿Quién podría creerse las superinvestigaciones de Alli a través del Internet? No sólo descubre a precisión su árbol genealógico, sino que encuentra los secretos más
recónditos de la trama gracias a la red. Tal parece que chateaba con el guionista.
En algún punto los acontecimientos de Kristi se relacionan con los del primer filme, donde su hermana Katie y su cuñado Micah eran acosados por situaciones similares. Lo meritorio de la original era la ausencia de recursos, necesaria para hacer creíble su falsa documentalidad; y su mayor desempeño creativo en términos de realización. Esas son precisamente las carencias de está nueva cinta, que se visualiza como un capricho taquillero hecho al vapor.
Aún sin ser convincente "Actividad paranormal 1" conseguía infundir miedo por su poder sugestivo de insinuar el peligro y mantener al espectador a una curiosidad visual. La sensación de que verá algo espeluznante en cualquier momento es latente. En cambio "Actividad paranormal 2" ofrece una sensación de tedio acartonado donde el público siente que no pasa absolutamente nada.
Las partes que buscan ser aterradoras tropiezan por sus efectos especiales mal empleados. El mayor ejemplo es cuando el bebé es movido desde el interior de su cuna por fuerzas espectrales. El efecto digital es tan visible que la sensación de chasco es inevitable. Hay tan poco talento para aterrar que se tiene que recurrir a ruidos estridentes que, además de dañar los tímpanos, obligan al susto facilón por consecuencia de los decibeles y no por la eficacia en pantalla.
Al igual que en la primera entrega, el filme es un conjunto extenuante de escenas entre el día y la noche. En las nocturnas suceden los fenómenos, mientras que las diurnas navegan entre charlas insustanciales y sobrexplicaciones con Internet. La acción es pausada, simple y llena de líneas argumentales carentes de sentido narrativo.
Lo mejor: Mmmm.... Ay caray que difícil. Creo que la actuación del perro.
Lo peor: Tener la espantosa sensación de que puede haber una tercera.