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El paciente no sólo pierde recuerdos recientes sino que a largo plazo puede olvidarse hasta de comer, señala especialista
La enfermedad de Alzheimer es el tipo más frecuente de demencia, que puede estar originado no sólo por la edad sino también por factores hereditarios, estados anímicos e incluso por padecimientos cardiovasculares, como diabetes e hipertensión, advirtió el Dr. Francisco Rosado Lugo, neurólogo de la clínica "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Dio a conocer que esta enfermedad neurodegenerativa es, en sí, una demencia: la pérdida progresiva de las capacidades mentales más elaboradas de una persona —como su memoria, su capacidad de cálculo, y de juicio— que se van perdiendo progresivamente, afectando el funcionamiento social y laboral del paciente.
Dr. Francisco Rosado Lugo, neurólogo de la clínica "Ignacio García Téllez" del IMSS.
Explicó que la enfermedad de Alzheimer es multifactorial y está vinculada muy estrechamente con la edad.
Precisó que hay dos formas de demencia relacionada a la edad: la que aparece a partir de los 60 años, que es la más frecuente y que aumenta progresivamente con la edad; y la que se presenta antes de lo 60, más bien rara. Este tipo de demencia se le llama presenil y se puede presentar después de los 40 años.
A una pregunta, el Dr. Rosado Lugo explicó que los casos tempranos de demencia por la enfermedad de Alzheimer se relacionan con factores hereditarios, provenientes de familiares de primer y segundo grado.
—Pero la edad y la herencia no son los únicos factores de riesgo para el padecimiento de Alzheimer; también lo son el nivel académico de las personas y el género.
Manifestó que se ha visto que mientras más alto es el nivel académico más difícil es que se presenten la enfermedad.
Agregó que, a diferencia de las personas que tienen un menor nivel académico o sociocultural, los que hacen más uso de su reserva intelectual se protegen, ya que su cerebro está aplicando una especie de gimnasia intelectual.
En cuanto al género, indicó que la mujer tiene más probabilidades de presentar alzheimer por cuestiones hormonales, aunque todavía no está muy claro como funciona.
Destacó, además, como otros factores de riesgos para el alzheimer, el estado anímico de la persona: los que tienden a la depresión; los padecimientos cardiovasculares —como hipertensión, la diabetes; los triglicéridos y el tabaco.
El Dr. Rosado Lugo comentó que empieza a presentarse con olvidos comunes, lo que dificulta el diagnóstico porque también hay mucho olvido común que no son debido al padecimiento Alzheimer.
Precisó que la primera afectación por esta enfermedad es la perdida de la memoria de los hechos recientes, como, por ejemplo, olvidar que se dejó la comida en la estufa, que ya se ha hecho algo y querer volver a hacerlo o preguntar muchas veces una misma cosa.
—Es muy importante destacar que esta situación no es esporádica, por lo que hay que poner mucha atención.
Señaló que, posteriormente, los pacientes del Alzheimer pierden la capacidad de nombrar las cosas aunque sepan para qué sirven; luego pierden la función de reconocimiento viso espacial de manera que el paciente empieza a perderse en lugares que son poco conocidos hasta que empieza a desubicarse en lugares conocidos; todo de manera progresiva.
—En algunas ocasiones, las familias son poco observadoras y sólo se dan cuenta del problema cuando se extravía el familiar o porque tardan mucho en regresar a pesar de que fueron a un lugar cercano.
Lamentó que, pese a los errores de memoria en las personas afectadas por el Alzheimer, los familiares no se percatan porque a la gente grande se le atiende poco.
Mencionó que luego se da una desorientación en tiempo porque la persona no sabe de fechas, días, semanas y a veces ni siquiera sabe el año en que está. Incluso puede llegar a desconocer a familiares cercanos.
—Curiosamente, no pierden su memoria remota, por lo que recuerdan episodios remotos de su vida que cobran preponderancia porque ya perdieron la memoria actual. Esa situación, hace que vayan perdiendo la consciencia de sí mismos en el entorno actual.
Destacó que el Alzheimer acorta el perido de sobrevida, por las complicaciones que trae, como la pérdida de las capacidades ejecutivas, que ayudan a la persona a atenderse a sí misma, a alimentarse y similares. Además, se exponen a otras enfermedades. Las pacientes con Alzheimer pueden vivir de 8 a 10 años.
Dio a conocer que aunque existe un tratamiento contra el Alzheimer, éste sólo hace más lenta la progresión de la enfermedad, pero ni la detiene ni la revierte.
En cuanto al diagnóstico, explicó que se obtiene descartando otros tipos de demencia, hasta que por exclusión se llega a la demencia Alzheimer.
Aclaró que el diagnóstico definitivo es posible a través de un estudio anatopatológico, es decir, una biopsia cerebral, la cual no es necesaria.
Finalmente, dijo que el principal problema del Alzheimer es el impacto que tiene en la vida social y familiar, así como en la economía de los países porque aumentan los gastos en cuidados médicos. L.I.