Desconozco los detalles de la administración de Angélica Araujo y habrá que escuchar lo que mencione en su informe, pero a juzgar por la actitud que ha asumido en lo correspondiente a la actitud exhibida en el asunto del paso deprimido, las perspectivas no son muy alentadoras, expresó Alejandro Abud Bujaidar, uno de los dirigentes ciudadanos opuestos a la construcción de la obra antes citada, en el norte de la ciudad.

Alejandro Abud: Angélica Araujo exhibe cerrazón en el caso del paso deprimido.

Tal es lo que parece ocurre en el caso del llamado paso deprimido, que si las obras empiezan, tal y como esta previsto en el mes de julio, llegarán a su conclusión unos quince días antes de que termine la presente administración minicipal, lo que podría implicar un mensaje netamente electorero indicó. En este sentido Angélica Araujo se comporta de idéntica manera que la gobernadora en lo concerniente al caso del museo de la cultura maya, que curiosamente concluirá más o menos en los mismos términos. Resulta peculiar que ambas obras, emblemáticas de las respectivas gestiones, terminen a unos cuantos días de que se verifiquen las elecciones. ¿Será casualidad o nada más somos muy mal pensados? se cuestionó.Es curioso, parece que las cosas se han invertido, señaló, antes los ciudadanos sabían que los gobernantes tomaban contra todas las previsiones legales, el último año de toda administración como el llamado Año de Hidalgo. Tal parece que ahora, es al revés: durante todo el periodo los funcionarios se llevan lo que pueden y el último año hacen algo para que no digan que se la pasaron dedicados al saqueo.

Es un hecho que la realización de los eventos musicales como los de Juanes o Shakira o la realización del paso deprimido, no es hecha con la proyección de generalizar el bien común, subrayó, porque no se trata de inversiones que generen cosas buenas para los habitantes de la ciudad, sino que en el caso de los conciertos se trata de pequeños espacios de entretenimiento y en el caso del paso deprimido se trata de un asunto que trasciende la realización de una obra, implica un cambio radical en la forma de vida de la gente del rumbo, expresó.

Este tipo de obras estan siendo elaboradas sin criterio, sin sustento, sin una planeación y sin involucrar a los ciudadanos que son la parte medular de Mérida, reiteró.

Durante estos días hemos recabado una gran cantidad de información. En lo personal nunca emito un posicionamiento sin antes estar bien pertrechado de datos que sustenten mi postura, no se trata de criticar sin bases, señaló. Pero precisamente en esa virtud, me atrevo a señalar que la obra no es una acción visionaria en el sentido positivo de la palabra, puesto que sobradas muestras hay que el modelo de movilidad que implica y las obras subsecuentes a realizar una vez concluida ésta, llevarían a implementar un modelo que probó su fracaso en todas las ciudades donde antes se intentó. Esto no puede pasarse por alto a la hora de tomar una decisión tan trascendental.

Se están evaluando las acciones de resistencia civil que se realizarían, no se trata de decir vámonos a la fuente y lleva tu casa de campaña. Habrá que considerar que requeriremos de varios factores y que se requerirá una rotación de gente. Por lo mismo hay que hacer una planeación para que en el momento que Angélica de el nombre del ganador de la licitación y se publique en la gaceta, deberemos tener listo ya el planteamiento que se presentará a los interesados, para que sepan que es lo que se va a hacer y podamos llevarlo a cabo de manera eficiente, indicó.

Nosotros apelamos al buen juicio, a la razón y a los criterios profesionales de nuestras autoridades, mencionó. Hemos dado los argumentos suficientes para que se rectifique o se redireccione el recurso para resolver otros problemas, para no tener que llegar al extremo de plantarnos ahí, pero si las autoridades insisten en esa posición, los ciudadanos que estamos en contra, que somos muchos, haremos saber que no es lo que queremos para nuestra ciudad, finalizó,