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Tras unirse al grupo de los indignados de Wall Street hace unas semanas, Susan Sarandon ha vuelto a dar que hablar al llamar "nazi" al actual papa Benedicto XVI.
Durante una entrevista, la actriz contó que le envió al pontífice una copia del libro Pena de muerte, que dio pie a la película que protagonizó junto a Sean Penn en 1995 y que le valió un Oscar. El presentador, entonces, le preguntó si se refería al actual Papa y ella contestó: "No, al último. No a este nazi que tenemos ahora".
Las declaraciones de la actriz han causado la inmediata reacción de algunos movimientos ligados a la iglesia. La mayor organización católica de derechos civiles en Estados Unidos, denominada Liga Católica, ha calificado el comentario de "absolutamente obsceno".
"El guiño que hace Sarandon al calificar al papa Benedicto de nazi da cuenta de una ignorancia suprema", ha declarado a TMZ Bill Donohue, presidente de la organización. "Todos los chicos de 14 años en Alemania en esa época estaban conscriptos en la juventud del partido", ha asegurado. "Pero a diferencia de la mayoría, él no solo se negó a ir a las reuniones del grupo, sino que incluso desertó de este. Esa es precisamente la razón por la que los judíos de hoy en día le ven como un amigo, y no como un enemigo".
La actriz, que acaba de cumplir 65 años, no ha vuelto a referirse a la polémica que se ha levantado tras su comentario.