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Queremos ahorrar para beneficiar a nuestras familias y buscar la forma de que el dinero no se acabe, porque si lo tenemos en casa, lo gastamos, coincidieron las mujeres provenientes de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, durante el encuentro peninsular de los grupos de ahorro.
Manuel Rabasa, coordinador del evento, explica la mecánica a seguir
Durante la mañana del 29 de octubre, más de 50 asistentes al compartir sus experiencias, reflexionaron en torno a las siguientes preguntas ¿Porque estamos ahorrando? ¿Para qué nos ha servido ahorrar?, ¿Qué hacemos con nuestro ahorro?, ¿Cómo informamos y el tiempo en dar información a los socias?, ¿Cómo se organiza el grupo para ahorrar y que aprendizajes se tienen?, ¿Con la organización de ahorradoras como podemos fortalecer nuestras comunidades? y ¿Que experiencias de este encuentro compartiría con las demás?
En este encuentro peninsular, no sólo participaron mujeres, sino algunos varones, mientras que sus hijos, participaron en un taller de manualidades donde elaboraron sus propias alcancías, cuya forma es el típico lechón alcancía.
Caras risueñas y en cuyas manos mágicas emergieron sus alcancías para realizar su ahorro. Por otra parte, durante las mesas de trabajo, las madres intercambiaron sus experiencias con otros grupos que están iniciándose en este tema.
Los niños participantes decoraron sus cochinitos
Entre sus experiencias, destacaron: el ahorro lo invertirnos en nuestros proyectos productivos para el autoempleo, comprar hilos para hacer el urdido de hamaca, costura y de xokbichuy, comprar animales para criarlos en el traspatio (cerdos), para construir el horno, para techar con guano la casa y tener la cultura del ahorro.
Otras mujeres, recalcaron que usan el ahorro para comprar alimentos, el uniforme de sus hijos, la medicina y para pagar algún gasto emergente que surge de forma imprevista en la vida diaria.
Destacaron que una de las reglas del trabajo en grupo, es tener información directa para evitar comentarios externos que ocasionen conflictos internos y destruyan a la organización, sobre todo en lo que respecta al estado financiero.
Las señoras recordaron que los inicios de su agrupación, fueron por medio de una invitación que se realizó en su comunidad y dijeron que algunos grupos tuvieron hasta diez socias y con el paso del tiempo llegaron a más de veinte; aclararon que en ese tiempo, se eligió por consenso a la persona que fungiría como cajera y descubrieron que sus asociados deberían reconocerle alguna de sus cualidades, como el hecho de que devolviera el recurso económico prestado y que tuviera palabra.
Encontramos que cada grupo, consensa en cuanto el recurso a aportar por los socios; notamos que es de interés contar con un formato que sistematice los depósitos y los préstamos, además de encontrar mecanismos para transparentar el manejo del dinero, que en algunos casos, es depositado en las cajas coopera, aunque eso dependerá del análisis porque hemos encontrado incluso que a veces es mucho el gasto que se realiza sólo por el simple manejo de los depósitos y la accesibilidad cuando el asociado lo requiera, manifestaron algunas participantes.
Socias de las cajas de ahorro explican la manera en que realizan sus procesos
Recalcaron que es de interés conocer el sistema del ahorro, como prestar sólo entre los socios y vincular a los socios a nivel comunitario.Tuvimos experiencias con nuestro dinero, aprendimos a ahorrar y se va juntando el dinero y no hay necesidad de andar pidiendo. Ahora somos 25 personas que ahorramos cada semana, compartieron en esta ocasión los grupos de ahorro.
Una de las representantes de la caja de ahorro de Sabacché, comunidad de Tixméhuac, (la cajera) cuida el dinero y en ocasiones organiza algunas rifas para incrementar los recursos disponibles y con ello, adquiere materiales que necesitan para realizar sus proyectos productivos y trata de evitar gastos que descapitalicen al grupo.
Manifestaron que es de interés compartir los beneficios y crear la cultura del ahorro, tener claro que con el dinero propio es posible consolidar la economía comunitaria y adquirir productos a precios justos.
Enfatizaron en esta ocasión, que las experiencias que obtuvieron son de interés porque evitan que se desbaraten sus grupos de trabajo, asimismo los participantes quedaron en invitar a otras personas interesadas en organizar sus cajas de ahorro, para que conozcan las bondades del trabajo que realizan, cómo se organiza la caja, la confianza y la comunicación.
Es bonito hablar y trabajar en grupo y saber que mientras más grande es el grupo, es más fuerte, subrayaron otros de los representantes de los grupos de ahorro.
Antes de concluir con ésta reunión, entre los asistentes oriundos de las localidades yucatecas de Tahdziu, Peto, Mayapán, Timul, quintanarroenses como Blanca Flor, Nueva Jerusalén y campechanas como Sahcabchén, Bolonchén y Xaclot -akál, consensaron que la próxima reunión será en el estado de Quintana Roo y se proyecta realizar entre los meses de abril o mayo.
El evento fue organizado por la organización civil Educación, Cultura y Ecología (EDUCE) A.C.