940 palabras
—¿Cómo les gusta tener relaciones con la luz apagada, a media luz o con la luz encendida? preguntó la sexológa Flor González Velázquez a los asistentes a su taller de sexualidad "Comunicación Asertiva". Las personas se mostraron sorprendidas, pero la mayoría respondió —cándidamente— que con la luz apagada o a media luz.
La siguiente pregunta también sorprendió a su audiencia: ¿Ustedes saben cuidarse? ¿Saben cómo identificar si su pareja tiene algún tipo de infección sexual que pudiera transmitirles?
Las respuestas fueron casi las mismas: 1) por el olor o 2) por la dificultad para tener relaciones.
Flor González Velázquez les dijo que algunas infecciones son difíciles de detectar; otras sí pueden verse a simple vista.
—Entonces, si algunas de estas infecciones pueden detectarse con la vista, ¿cómo pretenden cuidarse si tienen relaciones con la luz apagada o a media luz?
Agregó que no tiene duda de que los asistentes al taller —en su mayoría profesionistas— se han informado o han escuchado sobre formas de protegerse de infecciones de transmisión sexual, y de otros temas de sexualidad. Lo cierto es que, con sus respuestas, han dejado claro que una cosa es lo que plasman los libros y otra, la realidad.
La sexóloga Flor González Velázquez durante su conferencia "Comunicación Asertiva".
Opinó que si en esa situación de confusión se encuentran adultos ya con trabajos estables y viviendo al máximo su sexualidad, los adolescentes se encuentran en un nivel de desconocimiento que es lo que ocasiona que en pleno siglo XXI, en todo el mundo, se sigan viendo embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual.
Dio a conocer que aproximadamente cada año surgen 250 millones de casos nuevos en todo el mundo de infecciones de transmisión sexual. De este número, 120 millones son casos de tricomoniasis; 50 millones por chlamydia; 30 millones de condilomas acuminados; 25 millones de gonoccias; 20 millones de herpes genital: 3.5 millones de sífilis; 2.5 de hepatitis B; 2 millones de chancro blando; y un millón por infección de VIH.
En la conferencia, efectuada en una cafetería de la ciudad, Flor González Velázquez destacó que no es lo mismo educación sexual que educación en la sexualidad, ya que el primer término se aplica más a información médica o biológica, mientras que el segundo, tiene que ver más con cómo vivir y disfrutar la sexualidad con responsabilidad.
Como otro ejemplo de la necesidad de formación en sexualidad, la sexóloga pidió a los asistentes que escribieran de manera anónima una situación en la que tuvieron relaciones, pero que por alguna razón consideraron como una experiencia negativa.
Entre las “confesiones”, se encontraron el hecho de tener relaciones con una amiga o amigo después de ingerir alcohol y el tener intimidad con una persona a la cual no se le consideraba completamente atractiva, por lo que la experiencia resultó ser nada placentera.
Ante la primera situación, los asistentes comentaron que resulta difícil controlarse cuando se encuentran tomados y admitieron el gran riesgo de tener relaciones sin protección, lo que puede derivar en un embarazo o en una infección de transmisión sexual. En el segundo caso, algunos opinaron que si la persona tenía ganas de tener sexo, lo mejor era la masturbación o esperar por alguien que realmente le gustara.
—Si pensamos asertivamente, las cosas pueden ser mejor en estos dos panoramas. Por ejemplo, si tomas y tienes ganas de una cierta interacción sexual con tu amiga o amigo, lo mejor y lo más seguro para ambos puede ser un “faje”; de esta manera, ambos quedan satisfechos y no hay peligro de una relación sin protección. En el segundo ejemplo, la masturbación puede ser una buena opción, pero también lo es buscar placer con alguien porque el cuerpo lo pide, ya que después de todo, el sexo, como el comer y tener sed, es una necesidad básica que debe satisfacerse.
—El gobierno —continuó la doctora—, la sociedad y la religión nos controlan con el sexo diciendo que es malo que lo hagamos, pero lo verdaderamente malo es hacerlo sin responsabilidad y sobre todo sin información adecuada. Eso es lo que es importante en el tema de la sexualidad.
Opinó que la gente no debe dejarse llevar por ese control, ya que el sexo es una necesidad humana que debe satisfacerse.
—Lo que sí les pido es que sean responsables y asertivos al ejercer su sexualidad. Ya quedó claro que para protegernos sexualmente, no basta lo que leemos o lo que escuchamos en la televisión: hay que prepararse y educarse en la sexualidad. L.I.