425 palabras
BERLÍN, 20 de febrero.- El grupo suizo de alimentación Nestlé apunta a Alemania con el dedo acusador. Después de realizar pruebas genéticas en los dos productos de pasta precocinados, en los que se detectó más de un 1% de presencia fraudulenta de carne de caballo en lugar del componente etiquetado, que era ternera, ha hecho público que el proveedor que sirvió la carne para su fabricación es una empresa alemana con la que ha paralizado todos los pedidos.
No ha hecho público el nombre del proveedor, pero sí ha informado que los productos afectados, 'Buitoni Beef Ravioli' y 'Beef Tortellini', fueron distribuidos en Italia y en España, de donde están siendo retirados a toda prisa del mercado. También una lasaña congelada y distribuida en Francia habría resultado parcialmente afectada, pero solo en una cantidad muy pequeña.
Central de Nestlé en Vevey, Suiza. Sus ravioles y tortellini contienen carne de caballo. (DPA)
Nestlé ha descartado que el origen de la carne de caballo esté relacionado con proveedores españoles, como afirmó el director de protección del consumidor de la Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI), Raymond Ellard, cunado se encontraron casos parecidos en este país.
Ellard afirmó los "ingredientes crudos de caballo hallados en estas plantas provienen de Holanda y España", creando así una alarma internacional sobre los proveedores españoles y holandeses que queda ahora en entredicho.
El gobierno alemán, para evitar que la alarma alimentaria se vuelva hacia su territorio, ha anunciado un plan de acción nacional elaborado por la ministra de Agricultura y Protección del Consumidor, la socialcristiana Ilse Aigner, junto con los ministros del ramo de los Länder, y que incluye más controles en la red de distribución y una mejora del seguimiento de los alimentos a través de las etiquetas.
Aigner ha propuesto también el establecimiento de un "sistema de alarma temprana" efectivo y un reparto de competencias por niveles administrativos -europeo, nacional y regional- que mejore su eficiencia.
Pero la prensa alemana duda que este plan sea efectivo al completo, ya que se sospecha que los cargamentos de carne servidos por proveedores alemanes procedían a su vez de mayoristas rumanos, no sujetos a la normativa alemana. (EL MUNDO)