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CIUDAD DEL VATICANO, El Vaticano, 10 de mayo.- "Un gesto de amor entre las Iglesias copta y católica sin dimensión política". Así resume Teodoro II, el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta que profesa el 10% de los egipcios, el encuentro de este viernes con el Papa Francisco en El Vaticano. Una cita en la Tumba de Pedro con tintes históricos: es la segunda reunión desde el gran cisma de 1054.
"Tras siglos de desconfianza mutua", como ha reconocido el Papa argentino, los caminos llevan otra vez a Roma con el diálogo ecuménico y el futuro de la minoría cristiana egipcia en el orden del día.
"Anhelamos el día en que, en cumplimiento de la voluntad del Señor, seamos capaces de comunicarnos en el cáliz", ha asegurado el Papa Francisco tras ofrecer a Teodoro II "un abrazo de paz y hermandad" después de "siglos de desconfianza mutua". Aún así, ha reconocido que el camino hacia la unidad puede resultar "todavía largo".
El Obispo de Roma, elegido el pasado marzo, y el Patriarca de Alejandría, nombrado en noviembre, han conmemorado la declaración cristológica firmada en 1973 por Pablo VI y Shenuda III para iniciar el diálogo entre las dos iglesias. Un abrazo de Occidente y Oriente, rubricado en la Ciudad del Vaticano, que sus sucesores tratan ahora de impulsar. Como señal de esa voluntad de acercar orillas, Francisco rompió ayer el protocolo y recibió al pontífice copto y su comitiva de obispos poco después de aterrizar.
"Debemos preparar a nuestros fieles para la unidad real y necesaria que conocemos y vivimos. Debemos trabajar en ella rápidamente y con seriedad", ha afirmado este viernes Teodoro II, un licenciado en Farmacia de 60 años, ante el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. "Tenemos una sola fe", ha recalcado.
Antes de compartir unos minutos de rezo, Teodoro II y Francisco han abordado la necesidad de establecer "nuevos puentes entre las iglesias ortodoxa y católica" y el deterioro de la situación de los cristianos en un Oriente Próximo marcado por la guerra civil en Siria y el ascenso político de los islamistas en Egipto. "Estoy convencido de que bajo la guía del Espíritu Santo nuestras perseverantes plegarias, nuestro diálogo y la voluntad de construir día a día una comunión en un amor recíproco nos permitirán dar nuevos pasos hacia la unidad plena de los cristianos", ha señalado Francisco, de 76 años, en el discurso que ha brindado al líder copto y su séquito.
"Anhelamos el día en que, en cumplimiento de la voluntad del Señor, seamos capaces de comunicarnos en el cáliz", ha asegurado tras ofrecer a Teodoro II "un abrazo de paz y hermandad" después de "siglos de desconfianza mutua". Aún así, ha reconocido que el camino hacia la unidad puede resultar "todavía largo".
El Papa Bergoglio también ha hablado de diálogo interreligioso. Su predecesor Benedicto XVI trató de tender la mano al Islam pero su iniciativa quedó muy malparada tras la intervención del 2006 en la que parafraseó un discurso de un viejo emperador bizantino que provocó un vendaval en la comunidad musulmana. "Muéstrame qué ha traído Mahoma que fuera nuevo, y allí sólo encontrarás cosas malignas e inhumanas, tales como su orden de extender mediante la espada la fe que él predicaba", dijo entonces el actual Papa emérito.
Francisco, en cambio, ha esbozado este viernes un "ecumenismo del sufrimiento" extensible a la comunicación con el Islam. "Así como la sangre de los mártires es la semilla de la fortaleza y fecundidad de la Iglesia, así también compartir los sufrimientos diarios puede convertirse en un instrumento eficaz para la unidad", ha detallado. "Y esto se aplica también, en cierto sentido, al contexto más amplio de la sociedad y las relaciones entre cristianos y no cristianos. Del sufrimiento compartido puede florecer el perdón y la reconciliación, con ayuda de Dios", ha agregado.
La Iglesia Ortodoxa Copta -fundada por San Marcos- insiste en que el encuentro carece de "dimensión política" en medio de una delicada coyuntura interna. "No creo que resulte apropiado un apoyo muy decidido del nuevo Papa católico. Podría ser presentado por algunos grupos como un signo de que los cristianos buscamos la ayuda de instituciones extranjeras. Lo vital es cuidar las relaciones amigables con Roma y avanzar en la unidad de las iglesias de la región", opina a ELMUNDO.es el copto Yusef Sidhom, director del semanario cristiano egipcio Watani.
Teodoro II, quien ha visitado las tumbas de San Pedro y San Pablo y tiene previsto reunirse con la comunidad copta en Roma, ha sido desde su entronización un duro azote de los Hermanos Musulmanes y sus aliados salafistas (rigoristas). "Existe una sensación de marginación y rechazo, que podemos llamar aislamiento social", declaró el patriarca hace dos semanas en una entrevista a Reuters.
A principios de abril la violencia sectaria segó la vida de cuatro cristianos al norte de El Cairo. Su sepelio, en la Catedral Copta de la capital, acabó con el templo convertido en testigo de un ataque sin precedentes.
El encuentro es "un gesto de amor entre las Iglesias copta y católica sin dimensión política"... Una cita en la Tumba de Pedro con tintes históricos: es la segunda reunión desde el gran cisma de 1054.
El líder copto mantiene que la versión oficial del asalto -que culpó a los jóvenes cristianos de prender fuego a varios automóviles del vecindario- resulta "una sarta de mentiras" y denuncia que las fuerzas de seguridad fueron "negligentes". "A veces hay buenos sentimientos pero necesitamos acciones urgentes", subrayó después de que el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, condenara el ataque a la sede de la Iglesia Ortodoxa Copta.
La minoría cristiana egipcia -con una ascendente diáspora repartida por Estados Unidos, Europa o Canadá- se queja de ser blanco de los brotes sectarios y de la discriminación heredada de la dictadura de Hosni Mubarak. "Ya desde antes de la revolución los seguidores de la Iglesia Ortodoxa Copta sufríamos las trabas legales para, por ejemplo, comprar un terreno y levantar iglesias. La situación se ha agravado después de la revolución y la llegada al poder de los islamistas. Los cristianos empezamos a estar preocupados por el futuro y nuestros derechos", explica Sidhom.
El Papa Francisco se mostró este viernes "convencido" de poder "dar nuevos pasos significativos hacia la unidad plena" entre católicos y coptos, durante una visita al Vaticano del patriarca copto ortodoxo de Alejandría, Teodoro II.
"Estoy convencido de que, guiados por el Espíritu Santo, nuestra oración perseverante, nuestro diálogo y la voluntad de construir día a día la comunión en el amor, conseguiremos dar nuevos pasos significativos hacia la unidad plena", declaró dirigiéndose a Teodoro II.
Se trata de la primera visita de un patriarca de la principal iglesia no católica de Oriente Medio desde 1973. Es también el punto culminante de un viaje a Europa durante el cual Teodoro visitará varias parroquias coptas.
"La visita de hoy refuerza los lazos de amistad y de fraternidad que ya (nos) unen", afirmó el papa Francisco, que recordó "el encuentro histórico de hace 40 años" entre el Papa Pablo VI y el Papa Shenuda III, "tras siglos de alejamiento".
Por su parte, Teodoro II invitó al Papa a acudir a Egipto. "Espero poder tener pronto el honor de una visita de Su Santidad a mi querido país, Egipto", dijo en inglés.
Se trata del primer desplazamiento al extranjero del patriarca desde su elección, en noviembre del 2012, en un momento en que la minoría copta de Egipto, que representa a entre el 6% y el 10% de la población, se enfrenta al ascenso del islamismo y algunos eligen la opción de la emigración.
Teodoro, que permanecerá en Roma hasta el 12 de mayo, tomará contacto con distintos "ministerios" de El Vaticano como la Congregación para las Iglesias Orientales y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Visitará también las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo y encontrará a los fieles de la comundiad copta de Roma.
Su visita representa un nuevo paso en materia de ecumenismo desde que el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo, el más prestigioso de los patriarcas ortodoxos, asistió en marzo a la misa de entronización del Papa Francisco, un hecho importante desde el cisma que en 1054 separó a la Iglesia de Oriente de la Iglesia de Occidente.
En 1973, el apa copto Shenuda III, predecesor de Teodoro, se había encontrado con Pablo VI en El Vaticano. Juan Pablo II por su parte visitó El Cairo en el año 2000.
La visita de hoy se produce en un clima de inquietud a causa del crecimiento del islamismo en todo Medio Oriente y especialmente en Egipto. Teodoro criticó vivamente el mes pasado al Presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, acusándolo de "negligencia" en el momento de los enfrentamientos ante la catedral de Saint-Marc, que representaron la más grave crisis interreligiosa desde que llego al poder en junio pasado.
El jefe de la mayor iglesia cristiana de Medio Oriente estimó entonces que las tensiones entre las distintas comunidades religiosas habían llegado al "nivel del caos".
El Presidente Mursi llamó luego al Patriarca para condenar esas violencias, pero esto no convenció del todo al Jefe de la Iglesia Copta.
Después de la caída de Hosni Moubarak en febrero del 2011, unos 50 cristianos y numerosos musulmanes murieron en los enfrentamientos entre comunidades religiosas en Egipto. (AFP)