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PEKIN, China, 5 de junio.- Un equipo internacional de investigadores anuncia hoy en Nature el descubrimiento del esqueleto del primate más antiguo que se conoce. La diminuta criatura, (de apenas 7.1 centímetros de altura y entre 20 y 30 gramos de peso) ha sido bautizada como Archicebus achilles, vivió en la China central en el Eoceno, hace 55 millones de años, y sus restos fueron recuperados del lecho de un antiguo lago no muy lejos del actual curso del rio Yangtze.
Los científicos han destacado la proporción de los huesos de sus pies, con más semejanzas a la de los simios, mientras que tanto su cráneo como su dentadura recuerdan a la taxonomía de los tarsiformes.
Además de ser el primate más antiguo nunca visto hasta ahora, los restos fósiles de este animal arrojan luz sobre un episodio de crucial importancia para la evolución tanto de los humanos como de los demás primates: la divergencia entre el linaje que conduce a los antropoides (monos, simios y seres humanos) y el que derivó en los tarsios, pequeños primates nocturnos de grandes ojos y que viven en los árboles. El hallazgo demuestra, además, que los primeros primates también eran activos durante el día, podían trepar a los árboles y se alimentaban principalmente de insectos.
“Con Archicebus -afirma Xijun Ni, director de la investigación, del Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia Nacional de Ciencias China- es la primera vez que disponemos de un retrato razonablemente completo de un primate cercano a la divergencia entre tarsios y antropoides. Y eso representa un gran avance en nuestros esfuerzos de elaborar un mapa que contenga las fases más primitivas de la evolución de humanos y primates”. De hecho, la mayor parte de los restos fósiles de mamíferos de ese lejano periodo, incluidos los primates, consisten en mandíbulas aisladas, piezas dentales sueltas y otros fragmentos parciales del esqueleto.
En palabras de Dan Gebo, antropólogo de la Universidad de Illinois, “Estamos ante el esqueleto fósil de primate más antiguo y completo jamás descubierto, y ante uno de los primates fósiles más primitivos jamás documentados. El origen de los primates es la primera piedra de todos los linajes posteriores, incluyendo el de la Humanidad”.
Los fósiles fueron recuperados de un estrato de rocas sedimentarias depositadas en el fondo de un antiguo lago de unos 55 millones de años de antigüedad, una época caracterizada por un efecto invernadero global, con la mayor parte del planeta cubierto de selvas tropicales y palmeras que crecían incluso más al norte de la actual Alaska. Como sucede con muchos otros fósiles procedentes del fondo de antiguos lagos, el esqueleto de Archicebus apareció al separar las finas lascas de roca que contenían el fósil. De esta forma, los restos se conservan en dos piezas que son complementarias. Cada una de ellas contiene tanto elementos del esqueleto como impresiones de los huesos que quedaron en la otra cara.
Para poder estudiar el fósil completo, los científicos escanearon las dos partes con la máquina de rayos X más sofisticada del mundo, en el ESRF (European Synchrotron Radiation Facility) en Grenoble, Francia.
“Para dejar al descubierto los secretos que habían sido ocultados por las rocas durante millones de años –asegura John Flynn, del Museo Americano de Historia Natural- tuvimos que llevar a cabo un trabajo muy extenso, aplicar lo último en tecnología y fomentar una cooperación internacional intensiva entre numerosas instituciones. Nos ha llevado diez años conseguirlo”.
La reconstrucción digital en tres dimensiones obtenida con los escáneres del ESRF permitió a los investigadores estudiar con todo detalle el pequeño y frágil esqueleto de Archicebus. El ejemplar supera en 7 millones de años la antigüedad del esqueleto fósil de primate más viejo conocido hasta el momento y que, en el árbol de la evolución, se encontraba mucho más próximo al linaje que llevó hasta los humanos, monos y simios modernos.
Un equipo de científicos chinos ha descubierto el fósil del esqueleto del primate más antiguo conocido, cuyo hallazgo ayudará a reconstruir las primeras etapas de la evolución de estos mamíferos, informa hoy Nature.
“Archicebus difiere radicalmente de cualquier otro primate, viviente o fósil, conocido hasta ahora por la Ciencia”, afirma por su parte Christopher Beard, paleontólogo del Museo Carnegie de Historia Natural. “Parece un extraño híbrido con los pies de un mono pequeño, los brazos y las piernas de un primate muy primitivo y con un cráneo también muy primitivo que alberga, sorprendentemente, unos ojos pequeños. Nos obligará a reescribir lo que sabemos sobre cómo evolucionó el linaje de los antropoides”.
Y es que las relaciones evolutivas entre los primates y sus parientes es una cuestión que suscita un intenso debate desde hace varias décadas. “Para comprobar las diferentes hipótesis y determinar la posición filogenética de este nuevo primate -explica Jin Meng, de la División de Paleontología del Museo Americano de Historia Natural- hemos desarrollado una matriz masiva de datos que incluye más de mil características anatómicas conseguidas de 157 mamíferos diferentes”.
Los análisis estadísticos realizados muestran que un Archicebus adulto podría haber tenido unos 7 cm. de altura y un peso de entre 20 y 30 gramos. Su pequeña talla y su posición evolutiva apoyan, por lo tanto, la teoría de que los primates primitivos, así como el resto de los antepasados comunes de tarsios y antropoides, eran realmente minúsculos. Lo cual contradice la idea anterior según la cual los primeros miembros del linaje de los antropoides fueron bastante grandes, quizá del tamaño de los monos modernos.
Según la revista Nature, los restos datan de hace 55 millones de años. Recibió el nombre científicos de “Archicebus achilles.
Así, un equipo de científicos chinos ha descubierto el fósil del esqueleto del primate más antiguo conocido, cuyo hallazgo ayudará a reconstruir las primeras etapas de la evolución de estos mamíferos, informa hoy Nature.
El esqueleto pertenece al período más temprano del Eoceno de China, hace 55 millones de años, y actualmente es el fósil con más años de antigüedad recuperado del suborden de los haplorrinos, el amplio orden de primates en el que se incluyen los humanos, los simios y los monos.
Esta investigación ha estado a cargo del científico Xijun Ni, de la Academia China de Ciencias, que tras diez años de estudios aporta importantes avances para la paleobiología (disciplina que estudia los organismos del pasado) y la evolución del ser humano.
“Archicebus difiere radicalmente de cualquier otro primate, viviente o fósil, conocido hasta ahora por la Ciencia. “Parece un extraño híbrido con los pies de un mono pequeño, los brazos y las piernas de un primate muy primitivo y con un cráneo también muy primitivo que alberga, sorprendentemente, unos ojos pequeños. Nos obligará a reescribir lo que sabemos sobre cómo evolucionó el linaje de los antropoides”.
El primate ha sido descubierto en el lecho de un antiguo lago de la provincia china de Hubei, y ha recibido el nombre de Archicebus achilles, cuya traducción aproximada sería la de “antiguo mono” y haría también una referencia a su característico hueso del talón.
Según los investigadores, la criatura podría ser el pariente más primitivo conocido de los tarsius, el único género sin extinguir de los primates tarsiformes, del suborden de los haplorrinos.
Una destacada aportación del hallazgo es la evidencia de que el periodo de tiempo que separa al linaje de los tarsiformes del de los simios (de los que proceden los humanos) es anterior a lo que siempre se había pensado.
Para realizar la investigación, el equipo de Xijun ha llevado a cabo un detallado análisis del esqueleto mediante el uso de la microtomografía de rayos X con luz sincrotrón, normalmente usado en el estudio de fósiles.
De este examen morfológico destaca especialmente la mezcla de rasgos físicos que el primate encontrado comparte tanto con los tarsiformes como con los simios y que supone una “combinación única e inesperada” para los investigadores.
El cuerpo de la criatura no excede los 71 milímetros de largo ni los 30 gramos de peso, y sería un mamífero tan pequeño como el actual lemur ratón pigmeo.
Entre la combinación de características que presenta, los científicos han destacado la proporción de los huesos de sus pies, con más semejanzas a la de los simios, mientras que tanto su cráneo como su dentadura recuerdan a la taxonomía de los tarsiformes.
Por la enorme cavidad ósea de sus ojos los investigadores también han deducido que el Archicebus achilles tenía una buena visión para la caza, y que su actividad respondía más a un patrón diurno que nocturno, según la investigación. (Agencias)