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CHICHÉN ITZÁ, Yucatán, 6 de junio.- "Es un gran lugar para sellar la amistad México-China", le dijo el Presidente Enrique Peña Nieto a su homólogo de China, Xi Jinping, teniendo como fondo la Pirámide del Kukulcán, la de la Serpiente Emplumada.
En esta que es una de las siete maravillas del mundo, Peña Nieto recorrió junto con Jinping toda la zona, en donde se observó al Mandatario chino maravillado y sorprendido.
Acompañados sus esposas, Angélica Rivera de Peña y Pen Liyuang; y cobijados por el dios maya Kin (Sol), mismo que dejó sentir su poder con una temperatura de 36 grados; los Mandatarios iniciaron a las 10:15 horas el recorrido, que los llevó en primera instancia a saludar a varios niños mayas que se encontraban aquí y después presenciaron una serie de danzas en honor a varios dioses mayas, con el fin de traer bendiciones de los dioses de esta cultura.
Acompañados sus esposas, Angélica Rivera de Peña y Pen Liyuang; y cobijados por el dios maya Kin; los Mandatarios iniciaron a las 10:15 horas el recorrido en Chichén.
Entre los sonidos de caracoles y el eco del Tunkul, las sonajas y tambores forrados por piel de jaguar, Peña Nieto y Xi Jinping observaron la danza de los guerreros mayas con lo que rendían culto a los cuatro puntos cardinales del cielo maya.
Los minutos corrían y el coro monumental de niños mayas entonaban cantos en su lengua, mientras caminaban a donde los esperan sacerdotes X`menes, quienes le dieron la bendición para reafirmar el lazo de amistad México-China.
Los minutos corrían y el coro monumental de niños mayas entonaba cantos en su lengua durante su recorrido.
Con el humo del copal, mostrándolo a los cuatro puntos cardinales, encabezó el ritual sagrado de los mayas, donde atrajeron las bendiciones para sus pueblos.
El sacerdote Tiburcio Can May, cuyo nombre significa Serpiente de la Garra, así como el sacerdote Yaaxkin o del Sol Verde, hicieron sus rituales y limpiaron a los presidentes.
En toda la ceremonia, los sacerdotes nunca hablaron español, "porque sus dioses mayas se enojarían", aseguró uno de ellos.
En el rito, mismo que duró cinco minutos, se utilizaron "hierbas santas" ante un altar que los mayas ofrecen a su creador con flores blancas y amarillas para limpiar los cuatro vientos en todos sus caminos o malas vibras.
El sacerdote Tiburcio Can May, cuyo nombre significa Serpiente de la Garra, hizo una limpia a los Presidentes.
Apreciaron a lo lejos la Pirámide del Castillo de Chichén Itzá, una de las nuevas maravillas del mundo moderno, y que es la puerta de la cultura maya en toda la región que va de México y Centroamérica.
La admiración de ambos dignatarios se hizo manifiesta, cuando en el recorrido vieron el Juego de Pelota, en el campo donde se practicaba este deporte ceremonial que tenía una alto valor entre el pueblo e incluso era considerado "la entrada a la vida y muerte para quien ganará o perdiera el juego".
Peña Nieto y Xi Jinping, y sus esposas, visitaron el Templo de los Guerreros ubicado al costado poniente del Castillo y con el que la cultura maya rendía un homenaje a una de las principales fuerzas políticas, y en donde aun se aprecian signos en honor al jaguar, emblema de esa cultura.
El recorrido concluyó en la parte Sur del Castillo, donde apreciaron el baile de las cintas.
Baile con una jarana en el que representa el signo de unión del pueblo maya y que en la actualidad también es el logotipo institucional del estado.
Cabe resaltar que los presidentes y las primeras damas caminaron solos unos pasos para tomarse al pie del templo a Kukulcán la foto oficial y ahí, el Presidente de México, de manera espontánea, manifestó: "Es un gran lugar para sellar la amistad entre México y China".
Al pie del templo a Kukulcán, durante la foto oficial, el Presidente de México, de manera espontánea, manifestó: "Es un gran lugar para sellar la amistad entre México y China".
Por último, sostuvieron un almuerzo privado para terminar la gira de Estado en donde se afianzaron las relaciones a un nivel estratégico. (El Sol de México)