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LOS ANGELES, California, EE.UU., 8 de junio.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el líder de China, Xi Jinping, sostuvieron ayer viernes su primer encuentro en una Cumbre informal en California.
El Mandatario estadounidense aseguró, luego de la reunión que estaba programada para terminar a las 8:00 de la noche y no concluyó sino hasta las 9:25, que el encuentro se trata de una gran oportunidad para compartir opiniones en un ambiente "más relajado".
"Tuvimos la oportunidad de tener una conversación más informal y extensa en donde podemos realmente compartir nuestra visión sobre ambas naciones", dijo Obama.
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el líder de China, Xi Jinping, sostuvieron ayer viernes su primer encuentro en una Cumbre informal en California.
Desde una residencia privada, cerca del desierto de California, Obama aseguró que junto a su par chino, conversó sobre las crecientes preocupaciones por los ataques cibernéticos, aunque la cooperación comercial parece haber sido el tema principal.
"El pueblo chino y el estadounidense quieren una relación fuerte, y ese es parte de nuestros intereses, trabajar juntos para enfrentar los retos globales, y estoy muy interesado en trabajar para lograr de esta reunión un nuevo modelo de cooperación", enfatizó el Presidente estadounidense.
Por su parte, Xi Jinping aseguró que a pesar de los grandes desafíos que han dividido históricamente a ambas naciones, las expectativas de lograr relaciones sobre bases más estables, son históricas.
"Nos hemos reunido para hablar del futuro de las relaciones de EE.UU. y China", dijo el Mandatario asiático. "Tengo toda la confianza de que nuestro encuentro resultará en logros e importantes acuerdos entre nuestras dos naciones", agregó.
Jinping no hizo mención sobre las palabras del Presidente Obama que propuso acompañar el desarrollo comercial con garantías a los Derechos Humanos de sus ciudadanos.
"Voy a continuar enfatizando la necesidad de garantizar los Derechos Humanos para todas las naciones", dijo Obama.
"Ambas partes deben iniciar sobre la base del desarrollo y el progreso de nuestros pueblos", respondió Jinping.
La Cumbre bilateral se extenderá hasta mañana domingo, cuando se esperan acuerdos históricos, que podrían cambiar el orden mundial dominado por las dos economías más grandes del planeta.
Los Mandatarios posaron amigablemente y se dieron la mano ante las cámaras bajo el sol del desierto en los exteriores de una suntuosa hacienda en Rancho Mirage, cerca de Palm Springs.
Así, el Presidente de EE.UU., Barack Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping, iniciaron hoy una trascendente Cumbre bilateral de dos días en el sur de California que se espera que sirva para rebajar tensiones entre ambas potencias y estrechar lazos comerciales.
Los Mandatarios posaron amigablemente y se dieron la mano ante las cámaras bajo el sol del desierto en los exteriores de una suntuosa hacienda en Rancho Mirage, cerca de Palm Springs, a más de 40 grados, poco después de las 17:00 horas.
Posteriormente, Obama y Xi se dirigieron hacia una estancia donde tomaron asiento en torno a una mesa junto con varios de sus colaboradores para proceder con la primera reunión, que fue precedida de unas breves declaraciones.
El líder estadounidense dio la bienvenida a Xi a EE.UU., donde se encontraba ya desde el jueves, y expresó el deseo de su país de que "China continúe su ascenso pacífico como potencia mundial", algo que "interesa a Estados Unidos".
Obama apuntó que aunque EE.UU. y China compiten en muchos campos, comparten "una serie de desafíos" en los que tendrán que "cooperar", y citó como ejemplos el programa nuclear de Corea del Norte, el cambio climático, la ciberseguridad y la protección de la propiedad intelectual.
El Mandatario estadounidense, que admitió las tensiones existentes entre los dos países, hizo énfasis en la importancia de "los Derechos Humanos" como clave del éxito, la prosperidad y la Justicia.
Xi, por su parte, calificó la cumbre como el germen de las futuras relaciones entre China y EE.UU., que se encuentran "en un nuevo comienzo histórico", que comparó con el peso simbólico del viaje presidencial de Richard Nixon a China en 1972.
El líder chino se mostró confiado en que su encuentro con Obama tenga "resultados positivos", dada la "vasta convergencia de intereses compartidos".
Xi enumeró entre sus prioridades el crecimiento económico y los desafíos geopolíticos internacionales y regionales, y alentó a que ambos países "piensen creativamente y actúen con energía" para "construir un nuevo modelo de relación".
El Mandatario asiático llegó a California con su esposa Peng Liyuan, después de una visita de Estado de tres días por México mientras que Barack Obama, sin su esposa Michelle, pasó la víspera de la cumbre asistiendo a varios eventos de recaudación de fondos para el Partido Demócrata en California.
Antes de cerrar la jornada de hoy, Obama y Xi mantendrán una cena de trabajo y continuarán las conversaciones durante la mañana del sábado. Entre los temas a tratar, además de la economía, el ciberespionaje y Corea del Norte, están lo conflictos en el Pacífico asiático y en Siria.
El espionaje cibernético con origen en China sufrido por organismos estatales y empresas de EE.UU. será uno de los escollos más importantes del encuentro, si bien Pekín niega estar detrás de esos ataques. El Gobierno exige a Pekín que tome medidas para frenar el espionaje o piratería de datos sensibles, de los que responsabiliza al gobierno chino.
Sí se esperan avances en cooperación económica e inversión y se mira con optimismo a un posible acercamiento de posiciones de China y EE.UU. frente a las ambiciones nucleares de Corea del Norte, cuyas actividades amenazan con desestabilizar la región del Pacífico oriental.
China, por otra parte, mantiene disputas con vecinos como Japón, India, Vietnam y Filipinas, aliados de EE.UU., que sigue con inquietud las aspiraciones del gigante asiático y ha manifestado su intención de aumentar su influencia en ese área, lo que a su vez alimenta los temores chinos.
Se trata de la tercera vez que Obama y Xi se ven las caras, la segunda en un año, si bien la última vez el líder asiático visitó Estados Unidos como vicepresidente de China. Xi asumió el poder en marzo pasado y se considera que tiene un perfil más internacional que su predecesor, Hu Jintao. (Voz de América/EFE)