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LOS ANGELES, California, EE.UU., 5 de junio.- Los malos augurios de aquellos que vaticinaban otro desastre comercial para la nueva película del director M. Night Shyamalan empiezan a cumplirse.
La superproducción de ciencia-ficción After Earth, coprotagonizada por Will Smith y su hijo Jaden, debutó el pasado viernes en los cines norteamericanos en tercer lugar y durante su primer fin de semana ha recaudado 27 millones de dólares —unos 21 millones de euros–, según datos de Box Office Mojo.
La más taquillera, por segunda semana consecutiva, fue Fast & Furious 6 con 34.5 millones—y acumula 170.3 en semana y media—, seguida de otro estreno, el de la intrigante Ahora me ves..., con 28.
"Simplemente, esta es una de las peores películas del 2013", sentencia el crítico de Chicago Sun-Times ¿Es una cifra buena, mala, regular? Para un largometraje que ha contado con un elevado presupuesto de 130 millones de dólares y contando con Will Smith entre sus protagonistas, debutar con 27 millones presagia que a duras penas superará los 80 en el mercado estadounidense. Por la magnitud del proyecto, After Earth estaba destinada a superar al menos los 200.
A partir de una idea original del mismo Will Smith, el guión fue escrito por M. Night Shyamalan junto con Gary Whitta —guionista de El libro de Eli—.
La historia se sitúa en un futuro lejano, 1,000 años después de que la Tierra fuera devastada por un enorme cataclismo. Allí, en nuestro hogar, volverán a aterrizar por accidente un legendario oficial espacial (Will Smith) y su hijo adolescente debiendo de hacer frente a las nuevas y monstruosas criaturas que habitan ahora en el planeta.
Un relato de iniciación, aventuras y supervivencia para el que las peores previsiones empezaron a mediados de la pasada semana, cuando iban apareciendo las primeras y pésimas críticas. "Básicamente se trata de Smith y de su hijo en la vida real, Jaden (ambos afectados por un ridículo acento del medio atlántico) hablando a la audiencia sobre la muerte durante alrededor de unos 90 minutos o así antes de los títulos de crédito finales", resume Lou Lumenick en su reseña para el New York Post.
La media de puntuación que obtiene en el portal Metacritic es de una media de 32 sobre 100, y muchísimo peor la que se recoge en Rotten Tomatoes, cebándose con un 12 de media también sobre 100.
Aunque algún crítico ha sido algo más benevolente, la mayoría de las opiniones de la prensa especializada han sido tan contundentes como demoledoras. "Simplemente, esta es una de las peores películas del 2013", sentencia Richard Roeper en Chicago Sun-Times. Al igual que Mick LaSalle en su crítica publicada en San Francisco Chronicle asegurando que es "Otra mala película de Shyamalan".
Y aquí es donde se da con una de las claves de la desafortunada recepción crítica que ha obtenido After Earth, aunque comercialmente pueda funcionar todavía medianamente bien en taquilla, y que no es otra que la mala prensa de la que goza el director de origen hindú Shyamalan en Estados Unidos.
Si también es cierto que más de un cronista ha expresado su sorpresa (negativa) ante el hecho que fuera el hijo de Will Smith el que copara el mayor protagonismo y número de escenas en la película; es en el director de El sexto sentido o El protegido sobre el que han caído los palos. De hecho los insultos de la prensa hacia Shymalan, y viceversa, se han convertido en parte habitual de las noticias relacionadas cuando se estrena alguna de sus películas.
Incluso se intensificaron cuando Shyamalan decidió vengarse en La joven del agua (Lady in the Water, 2006) introduciendo a un crítico de cine, Harry Farber (Bob Balaban), y perfilándolo como el personaje más soberbio y antipático del film, a quien a la postre le esperaba además una horrenda muerte.
En cuanto a la promoción de After Earth, tanto en los trailers como en los pósters de la película, la distribuidora Columbia Pictures había suprimido cualquier referencia al nombre del director. Shyamalan se considera veneno para la taquilla.
Sus películas, en realidad cuentos repletos de intriga y fantasía, han sido casi todas vapuleadas, pero también son objetos de culto por parte de muchos aficionados por su estilo personal y original. Sin embargo, Shyamalan se decantó también por buscar más el beneplácito del gran público con producciones de abultado presupuesto desde su anterior película, Airbender, el último guerrero (The Last Airbender) hace 3 años.
Adaptando una popular serie de animación, debía de convertirse en el inicio de una nueva saga, pero la tibia acogida comercial de Airbender —sólo 319.7 millones de dólares en los cines de todo el mundo para una producción que había costado 150—, abortaron su continuidad, al menos inmediata. Los Razzies también la "bendijeron" con 5 premios, entre ellos los de peor película y peor director.
Solía ocurrir que si una película se estrenaba a mediados de año y tenía por protagonista a Will Smith, los ingresos estaban garantizados: primer lugar en la taquilla, quizás una franquicia en ciernes.
Pero el último filme del actor de 44 años, After Earth tuvo un mal arranque en Estados Unidos.
After Earth. La película es una aventura futurista de acción en la que también aparece Jaden, el hijo de 14 años de Smith, debutó en tercer lugar, con una recaudación decepcionante de 27.5 millones de dólares durante el fin de semana.
“Es duro porque estamos muy orgullosos de la película”, dijo Rory Bruer, presidente mundial de Sony.
Analistas de resultados taquilleros habían pronosticado que la historia de ciencia ficción, que costó aproximadamente 130 millones de dólares, debutaría inmediatamente debajo de Rápidos y Furiosos 6, la cual mantuvo el primer lugar en la taquilla de Estados Unidos con 35.2 millones de dólares tras su enorme debut la semana pasada.
Por la magnitud del proyecto, After Earth estaba destinada a superar al menos los 200 millones de dólares. (Agencias)