865 palabras
Primer aviso. Se presenta como el Director de Conservación del Patrimonio Cultural Arquitectónico de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma). El Dr. Adolfo Iván Batún Alpuche viene con la petición de que hagamos el favor de retirar el letrero que tenemos colgado, porque éste se encuentra sobre "un muro que pertenece a un edificio de valor histórico".
Nuestro local, el número 439 de la 64, se encuentra contiguo al local que ocupan las oficinas de la dependencia estatal con asuntos relacionados con ecología.
Nos informan nuestros asesores jurídicos que el muro en cuestión es un "muro compartido". Esto quiere decir que nosotros podemos hacer uso de la parte del muro que colinda con el terreno de nuestro local.
Se observa el acoso al que ha sido objeto Artículo7.Durante el tiempo que ha estado colocado se ha apreciado la presencia de policias municipale y estatales en un acto intimidatorio.
El agente del gobierno del estado nos informa que debemos mover nuestro letrero porque el edificio sobre cuyo muro se encuentra, recibirá mantenimiento por parte del INAH y de ellos y éste no puede darse en tanto el letrero de Artículo 7 esté colgado sobre la pared.
Con ayuda de empleados del Seduma procedemos a retirar el letrero el día 1 de febrero, suplicándoles a ellos tengan a bien hacer su labor de mantenimiento en el muro. La sorpresa fue que uno de los reporteros que labora en Artículo 7, reconoce a uno de los que auxiliaron a retirar el letrero como policía civil de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, mejor conocidos como los "dígitos". Pasa el 2 y llegamos al 3. No hay visos de mantenimiento alguno. Hoy día 3, decidimos colocar nuestro anuncio sin que éste dependa, para su sostén, del "muro compartido" —aunque la lógica jurídica nos dictaría que sí tendríamos el derecho a usar el muro tal como lo veníamos haciendo.
Patrulla de la policia municipal estacionada enfrente del periodico Artículo7.
Segundo aviso. Durante el día 3 en varias ocasiones se han apostado patrullas y policías vestidos de civil en frente de nuestro local. El letrero podría molestarle al que lo engalana: una imagen de Don Luis Felipe Saidén Ojeda, secretario de seguridad pública. Nuestro letrero tiene una hipotética portada de un ejemplar, en manos de alguien. En la parte de arriba dice:
"Nadie puede impedir que nos leas"
La hipotética portada dice: "Policía represiva".
¿Será que realmente lo que quieren es darle mantenimiento al muro del edificio que aloja las oficinas de los asuntos ecológicos de Yucatán? ¿No será que tiene algo qué ver con el título de nuestra hipotética portada?
¿Que por qué decimos "policía represiva"? Nos vanagloriamos de jamás imprimir algo que no tenga relación con la realidad. En este caso, nuestro letrero se relaciona exactamente con:
1) El levantamiento del vendedor de camisetas y la siembra de billete falso para inculparlo de un delito no cometido, 2) el rompimiento de los huesos de Ismael Peraza, 3) la siembra de un arma de elementos de seguridad privada comandados por Javier Median, 4) el implante sin aviso de equipo de espionaje en vehículo asignado a Javier Medina, 5) la detención arbitraria y el mantenimiento ilegalmente cerrado del súper de Don Eduardo Chuc Baas, 6) la detención de "El Brujo de Dzemul" acusándolo falsamente de haber robado con violencia. 7), 8)... etc. (Más grando el "etcétera" que lo descrito).
No, la verdad, ninguno de los que formamos el equipo de Artículo 7 ni merece ni desea que esa policía represiva se meta con nosotros. Nuestro letrero es parte de lo protegido por la libertad de expresión, constatada en nuestra Constitución y en la carta de las Naciones Unidas a la cual México está suscrito.
Al ser forzado el periodico a retirar de la pared que comparte SEDUMA con Artículo7 fue colocado en el suelo como se aprecia en la foto.
Éste es un aviso y una advertencia: no podemos dejar de hacer responsables a los miembros de cualquier nivel de gobierno estatal de cualquier amenaza, ataque, robo o violación a nuestras oficinas y al contenido de las mismas. En caso de tener vida aún, llegaremos hasta las últimas consecuencias legales y jurídicas, si algo les llegara a suceder a nuestras oficinas, a nosotros, nuestros empleados o a nuestros familiares y amigos.