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El virus del herpes, en especial el tipo uno, es el más común en menores de cinco años y puede reconocerse por las lesiones herpéticas localizadas en boca o en labios, señaló la Dra. Flor Irene Rodríguez Melo, pediatra infectóloga del Hospital Regional "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Agregó que la infección por virus del herpes se manifiesta con mucha frecuencia, ya que las lesiones en piel y en mucosas permiten la fácil transmisión de la enfermedad.
Precisó que en algunas ocasiones el herpes puede afectar los ojos y generar problemas oculares.
—Los niños son los más frecuentes transmisores porque si tienen una infección tipo Herpes 1 en la boquita y agarran utensilios que otros bebes pueden utilizar, como juguetes o vasos o botellas, popotes, pueden, de esa forma, transmitir la enfermedad.
En cuanto al Herpes Tipo 2, explicó que las lesiones del virus son a nivel genital; por ese motivo también puede ser trasmitido al niño, en el caso de mujeres embarazadas, en el momento del parto. En ese caso, se conoce como herpes neonatal.
Ante el mito de que el herpes se contagia únicamente por la vía sexual, la Dra. Rodríguez manifestó que el que se trasmite de esa manera es el Tipo 2 porque se encuentra contenido en el área genital, pero el Tipo 1 no, ya que su contagio es generalmente al tocar las lesiones o las mucosas infectadas.
A una pregunta, dijo que el llamado "fuego" labial es una variedad cutánea del Herpes Tipo 1 y, además, es una lesión muy dolorosa en la mucosa que puede ser en lengua o en faringe.
—Los niños también pueden presentar fiebre en el principio de su enfermedad, dolor al deglutir y tener las encías inflamadas. El problema puede complicarse cuando el niño, al cepillarse los dientes o al estar comiendo un alimento duro, genera más lesiones en su propia boca.
Paciente con herpes zóster
La especialista también se refirió a otro tipo de herpes llamado zóster; explicó que se trata de una infección viral en la piel, con la característica de que sigue la trayectoria de un nervio.
Como ejemplo, citó que si se presenta en la espalda o en la cara, puede seguir el trayecto del nervio más cercano, pero también puede aparecer en cualquier otra parte del cuerpo.
—Lo importante es que, al aparecer, la persona va a tener una zona de dolor y sensación de quemazón de la piel, inclusive días antes de que aparezcan las lesiones.
Añadió que la lesión inicia como una pápula que pronto va a formar "racimos" a su alrededor que pueden durar en la piel de siete a diez días y que, posteriormente, dejarán costra.
Comentó que en el caso de pacientes con herpes Zóster, el tratamiento requiere un antiviral para disminuir el tiempo de las lesiones, la sintomatología agregada y la aparición de nuevas lesiones.
Advirtió que, ante la aparición de una lesión en la piel o en la boca, es muy importante acudir al médico para saber si se requiere o no un tratamiento.
—En el caso de los niños, hay que explicarle a la madre las medidas encaminadas a disminuir la transmisión de este virus y las recurrencias del mismo.
Señaló que los pacientes con medicamentos inmuno supresores, como esteroides, quimio terapias o con alguna infección diferente al herpes, presentan, con más frecuencia, segundas infecciones virales, como es el caso del herpes.
Finalmente, explicó que la atención médica es muy importante, ya que el virus puede generar recurrencias; aunque el herpes genera anticuerpos, estos no protegen contra una reactivación.
—Lo peor es que el virus tiene la característica de que se puede quedar en los tejidos de nuestro organismo en forma latente en boca y labios, especialmente en personas que hayan sufrido previamente una infección bacteriana o respiratorio y cuyo sistema inmunológico esté disminuido. L.I.