601 palabras
Dos estrellas
"La chica de la capa roja" es una adaptación libre y muy al estilo Hollywood del cuento "Caperucita Roja". Este relato de origen medieval fue reescrito por los Hermanos Grimm en 1812 y ahora es transformado en una cinta juvenil que sigue los superfluos pasos de la saga "Crepúsculo".
Valerie (Amanda Seyfried) es una joven que planea fugarse con Peter (Shiloh Fernandez) antes de que sus padres le obliguen a casarse —por intereses económicos— con Henry (Max Irons). La historia se desarrolla en una villa rural, asustada por los frecuentes asesinatos de un hombre lobo.
El padre Solomon (Gary Oldman) toma el control de la villa y se dispone a asesinar al temido lobo. Según Solomon, se trata de un hombre-lobo y su verdadera identidad se oculta entre uno de los habitantes de dicho lugar.
La directora Catherine Hardwicke, quien dirigiera la primera entrega de "Crepúsculo", es la responsable de esta cinta que parece debatirse entre dos aguas: por una parte es una historia de crímenes y misterios ambientada en la Edad Media; y por otra un triángulo amoroso que sigue la anodina escuela de Bella, Edward y Jacob.
Esta parte del lobo, los asesinatos y el hecho de no saber quién es el culpable es lo mejor de "La chica de la capa roja". Digamos que es el elemento que hace soportable el guión, ya que si la historia se hubiese centrado al 100 % en el romance adolescente de Valerie, Peter y Henry, la cinta hubiese sido un auténtico suplicio.
Ambientar la trama en la Edad Media, en un ambiente Inquisitorio, donde reina la ignorancia y la superstición es un gran acierto del escritor. Gary Oldman interpreta a un sacerdote medieval, que eran más sanguinarios guerreros que predicadores. Toda esta atmósfera funciona muy bien para la historia. Le da un ambiente oscuro y misterioso.
Desafortunadamente la película también se limita a seguir la fórmula
de "Crepúsculo" en lo que refiere al triángulo amoroso de la Caperuza. Al menos se agradece que Amanda Seyried no sea tan inexpresiva como Kristen Stewart. Los que sí se dan de topes son los modelos Shiloh Fernandez y Max Irons, ambos tan malos que son dignos sucesores de Pattison y Lautner.
Otro punto a favor de "La chica de la capa roja" es que el personaje de Valerie no es la típica adolescente virginal, abobada y sin carácter como Bella Swam.
Por el contrario, es una chava decidida, valerosa, que no duda en clavar el cuchillo a la hora de defenderse y no espera a que las decisiones le caigan del cielo.
Aunque la crítica le ha llovido duro, me parece que "La chica de la capa roja" tiene algunos atributos que la hacen tolerable, siendo el más importante regresar el cuento de la Caperucita Roja a sus orígenes medievales y violentos.
Lo mejor: el ambiente medieval e inquisitorial, la parte oscura y misteriosa de la trama y que la protagonista no sea la típica boba que se mueve a voluntad de sus galanes.
Lo peor: que siga la fórmula de "Crepúsculo" y las pobres actuaciones de Shiloh Fernandez y Max Irons.