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"Mérida, cómo te quiero" fue el eslogan que utilizó el PRI para recuperar su tan anhelada joya de la corona, como le llamaban al gobierno municipal meridano, que estuvo durante más de dos décadas en manos de Acción Nacional.
Hoy día más ciudadanos expresan desencanto, frustración y molestia por un Ayuntamiento que se ha limitado a tratar de brindar servicios públicos y continuar con el trabajo que iniciaron gobiernos panistas.
Sin embargo, ni siquiera pueden decir que lo están haciendo bien y muestra de ello son las constantes quejas de locatarios en los mercados, como el de Chuburná, quienes acusan al ayuntamiento de abandono y falta de atención, pues tienen en total descuido instalaciones y servicios básicos, provocando insalubridad y focos de infección.
Pero eso sí, dicen los locatarios, "cobran puntualmente el derecho de piso" y están permitiendo el comercio informal con los tianguistas que día a día invaden los mercados y calles de la ciudad.
Lamentable que se estén dando este tipo de situaciones en la ciudad blanca; en contraste, la actitud de los regidores del PRI, encabezados por Angélica Araujo Lara, quienes han centrando su atención en eventos artísticos y espectáculos que organiza el Ayuntamiento, que han sido cuestionados por los ciudadanos por la falta de transparencia y total opacidad en el manejo de los recursos públicos que ahí se invierten.
Durante 11 meses de gobierno municipal la alcaldesa, quien hizo una campaña electoral de lágrimas y sentimentalismos, se ha dedicado a asistir a eventos locales y nacionales para presumir una ciudad que le legaron los blanquizaules, con servicios públicos de vanguardia y un zoológico interactivo, al que por cierto el PRI siempre se opuso.
La actuación de Angélica como primer edil es gris y se limita a acompañar a su promotora principal, Ivonne Ortega, a inaugurar foros, comercios, plazas comerciales y más, para siquiera salir en la foto con la gober preciosa.
El "cómo te quiero" del eslogan quedó en el olvido del PRI, aquella Mérida que brillaba porque cada alcalde hacía algo por engrandecerla hoy está en el abandono de sus autoridades; solo fiestas y pachangas, basura y baches, despilfarro y viajes.
Aunque se esfuerce la alcaldesa por aparentar que todo está bien, aunque la nombren presidenta de cuanto organismo de alcaldes exista, los yucatecos sabemos que no es así, que nuestra admirable Mérida está olvidada, que no hay control ni autoridad, que se han descuidado nuestros mercados, nuestros parques, nuestras calles, nuestro alumbrado público y a nuestra gente.
Y aunque le duela al PRI, es momento de reconocer a quienes gobernaron anteriormente y tratar de imitarlos, hacer algo que imprima el regreso del PRI en Mérida, lograr grandes obras, como el Olimpo o Animaya, no la ridiculez de un paso subterráneo o un puente donde no se requiere.
Los meridanos tienen que exigir a Angélica Araujo que cumpla sus compromisos, que gobierne a Mérida y deje de ser, de una vez por todas, lacaya de la gobernadora y comparsa del PRI.
Mérida se merece más que un gobierno de figura; necesita talento, entrega y voluntad, sobre todo capacidad y compromiso con los ciudadanos, virtudes que tristemente no parece tener la alcaldesa.- Buctzotz, Yucatán. adrianadiazbuctzotz@hotmail.com