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Es muy difícil aceptar la imagen que se formó la ciudadanía sobre el desempeño del gobierno estatal 2001-2007. ¿Por qué ese grado de rechazo cuando todos los indicadores en cifras reportaron un gobierno eficiente, buen administrador además de respetuoso de todas las leyes?
Yucatán perdió oportunidades entre 2007 y hoy. El grupo que ocupa el poder parece no tener interés en ser eficiente en el uso de los recursos; ha recurrido a documentación fiscal de empresas que al parecer, solo existen como registros pasivos para justificar algunas erogaciones que juntas suman varias decenas de millones de pesos.
Si se comparara el desempeño 2001-07 con 2007-2011 veríamos que un ciudadano informado jamás consideraría, ni remotamente, emitir un voto para colocar autoridades del tipo que quedaría mal en esa comparación. ¿Qué proporción de la ciudadanía está realmente informada del resultado que nos arrojaría esa comparación?
En pláticas aisladas con personas de diferentes puntos del estado de Yucatán, uno puede captar que la información diseminada es falsa en muchos sentidos. Las decisiones que toman no responden a un análisis serio de lo que realmente ha sucedido. Se pueden encontrar también casos de gran confianza en la gente de 2001-07, al grado de negar versiones —que son realmente falsas— popularizadas en sus medios que narran en forma tergiversada hechos del periodo 2001-07.
El último esfuerzo tergiversador es el que han desencadenado para tratar de inculpar a César Bojórquez en lo que sería una seria desviación de fondos que sumada sobrepasaría los $86 millones. Se conjugan entre estas personas capacidades muy eficientes en aplicar procesos para convertir hechos normales, perfectamente legales, en “sospechosos de ilícitos”.
Además, cierran el “círculo de la eficiencia política” cuando actos evidentemente ilícitos cometidos por ellos son progresivamente “tapados” hasta hacerlos desaparecer.
¿Con qué cuenta un ciudadano para encontrar lo que realmente está sucediendo o ha sucedido durante los últimos años en su estado, en su ciudad?
Desde aquí solo podemos sugerir que, en forma cuidadosa, se analicen los sucesos con datos confiables. Debemos evitar llevarnos por rumores que no están fundados y saber captar lo que sí lleva contenido que coincide con la realidad. No hay que hacerlo de prisa, pero sí, con un gran cuidado.