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MOSCÚ, 19 de marzo.- Dirigiéndose a una multitud de seguidores, Margaret Thatcher, protagonizada por Meryl Streep en 'La dama de hierro', explica lo que hará de ser primera ministra: 'Aplastaré a la clase trabajadora, a la escoria, a los vándalos'.
Ésta es una escena de una versión rusa pirata de la película, que un crítico muy respetado tomó por buena sin darse cuenta de los notorios cambios al guión original.
La parodia rusa, vocalizada por un hombre de voz monótona, describe a Thatcher como una política sedienta de sangre y admiradora de Hitler, cuyo mayor deseo es destruir a la clase trabajadora. Si bien algunos de sus críticos pueden decir que ésta es una representación exacta de sus proyectos, aun su mayor enemigo aceptará que la versión rusa fue demasiado lejos.
Meryl Streep como Margaret Thatcher en 'La dama de hierro'. (Foto: Rex Features)
La traducción ultrajante no le extrañó al articulista del Kommersant, quien citó partes de la cinta en una reseña positiva (en términos generales).
En una escena de la película verdadera, dos asesores de su partido, después de ver una entrevista a Thatcher en TV, le aconsejan suavizar su imagen. En la sátira, donde la voz se sustituye para que la candidata conservadora diga que acabará con la clase obrera, uno de los asesores comenta: 'Por supuesto, te pasaste un poco... alguno de ellos (algún obrero) puede haber ido a la escuela y tener televisor, enterarsen de lo que dijiste y decírselo al resto, y se extenderá el rumor de que eres una perra sin corazón'.
Crear guiones paródicos en filmes pirateados no es nada nuevo en Rusia; bajo el seudónimo de 'Goblin', un traductor se hizo famoso con sus entretenidas versiones que, muchas veces, mejoraban el original. Pero sí estamos ante la primera alteración radical de un filme de difusión internacional para hacerlo encajar con una visión política, en la cual se presenta a Thatcher y sus ministros como parte de una conspiración mundial controlada por líderes en la sombra. El guión va de lo histérico a lo absurdo -hay una escena donde doña Margarita anuncia que va a empezar la guerra de las Malvinas (Islas Falkland) con la ayuda de un ejército de simpatizantes reclutados por su teórico favorito del libre mercado, Milton Friedman. (Kevin O'Flynn en The Guardian)