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Blizzard Entertainment es una de las mayores empresas desarrolladoras de videojuegos de todos los tiempos. El hecho de mantenerse en lo más alto con un catálogo escaso y contar con un evento propio, capaz de rivalizar con las mayores ferias mundiales del sector, son una clara muestra de ello. Sin embargo, el éxito que han alcanzado con World Of Warcraft ha ido condicionando su forma de ver la industria, afectando visual y jugablemente al resto de sus proyectos.
Una muestra de ello la encontramos en Diablo III, su próximo y más esperado título. Hace más de diez años desde que se lanzó la última entrega de la saga, un juego que sentó las bases de un género gracias a una magistral mezcla de rol, acción, estrategia y aventura. Desde entonces cientos han sido los juegos que han intentado imitar su formula, aunque muy pocos lo han logrado con el éxito suficiente como para ganarse el reconocimiento de los jugadores.
Cuatro años han pasado desde que Blizzard anunciase de manera oficial el desarrollo de Diablo III, el título que miles de seguidores de la empresa y la franquicia han esperado durante tanto tiempo. Desde entonces el juego ha estado envuelto en la incertidumbre de los retrasos, los cambios tantos estéticos como jugables y el constante "hype" de Blizzard alzando el listón más y más alto con cada nueva información.
Finalmente Diablo III verá la luz el día 15 de mayo y los seguidores podrán adentrarse de nuevo en el mundo de Santuario. ¿Qué encontrarán a su llegada? ¿Quedarán satisfechos tras más de diez años de espera o, por el contrario, se darán de frente con el cambio de visión que ha experimentado la empresa desde entonces?
La tercera entrega de Diablo parte de la base jugable de sus antecesores, donde el jugador escoge entre una de las cinco clases para su héroe, realiza misiones, explora las distintas mazmorras, se enfrenta a cientos de enemigos y mejora sus habilidades. Al mismo tiempo, introduce prometedoras novedades, algunas mejores que otras, con el fin de modernizar la saga.
Sus cinco clases están diferenciadas en tres grupos. El primero de ellos es el de cuerpo a cuerpo, formado por el poderoso bárbaro y el hábil monje. El segundo se basa en la habilidad del jugador para mantener la distancia en combate, del que forman parte el mago y el cazador de demonios. Por último, está el grupo de alteración, formado por las habilidades de hostigamiento y control de masas del médico brujo. En Diablo III podremos elegir el sexo de nuestro personaje, el cual venía dictado en anteriores entregas en función de su clase.
El juego sigue basando su desarrollo a través de las misiones y la exploración, terreno donde los cambios son especialmente controvertidos. Al recibir una misión en sus anteriores entregas, debíamos buscar, sin ningún tipo de ayuda, aquello que se nos había encomendado dentro de la mazmorra de turno. En esta nueva entrega, pese a seguir contando con mazmorras generadas de forma aleatoria, disponemos de una flecha que nos marca en todo momento hacia donde debemos dirigirnos para completar dicha misión. Cierto es que esta nueva forma de enfocar las misiones facilita la búsqueda de los distintos objetos, sin embargo, fomenta que el jugador no explore libremente y le resta sentido al sistema de creación aleatoria de los escenarios.
Por el contrario, los cambios realizados en el manejo y combate son todo un acierto y fomentan la variedad, la fluidez y la estrategia. En Diablo III tenemos la posibilidad de usar un mayor número de habilidades gracias a una barra de acceso rápido, a diferencia de lo que ocurría en las anteriores entregas, donde sólo podíamos asignar una por cada botón del ratón.
Las nuevas hordas enemigas son mucho más variadas y su comportamiento será distinto entre si. Esto obliga al jugador a estar atento a los enemigos y deberá aprender las rutinas de ataque y movimiento de cada uno de ellos. Además, colaborarán y se complementarán entre ellos para intentar flanquearnos por todos los frentes y hacer el máximo daño posible.
El componente online tendrá un gran peso en el juego. Blizzard lleva años perfeccionando Battle.net, su servicio de juego en línea, que ha mejorado a pasos agigantados desde la llegada de Starcraft II. Diablo III también aprovechara las posibilidades de dicho servicio, permitiendo jugar misiones de forma cooperativa o compitiendo contra otros jugadores en La Arena. Desgraciadamente estos combates de jugador contra jugador no verán la luz desde el día de salía, pues la desarrolladora ha confirmado que se integrarán una vez cumpla el nivel de calidad deseado por la empresa. Dejando a un lado la jugabilidad, la nueva entrega de la saga incluirá una polémica casa de subastas que permitirá comprar objetos con dinero del juego y real.
Si ha habido un apartado polémico en el desarrollo de Diablo III ha sido, sin duda, el artístico. En el momento que aparecieron las primeras capturas de pantalla del título, miles de seguidores mostraron su descontento por el cambio de la estética pálida y oscura por una colorida y llena de brillo. Incluso Bill Roper, uno de los creadores de la primera entrega de Diablo, mostró abiertamente su decepción con los cambios realizados en la franquicia. Tras ver la reacción del público, Blizzard realizó los cambios pertinentes, sin abandonar del todo la nueva estética marca de la casa que tan famosa se hizo con World Of Warcraft.
Lo mismo ha ocurrido en el diseño de personajes. Clases como el bárbaro, el monje o el médico brujo son mucho más fieles a la saga que el mago o el cazador de demonios, siendo este último realmente similar a las razas élficas del juego masivo de rol de Blizzard.
Esta nueva entrega no cuenta con un apartado gráfico desbordante, algo común en los juegos de Blizzard, pues busca un mayor margen de compatibilidad con todo tipo de equipos informáticos. Eso no quiere decir que sea un juego inferior a la media actual, pues su diseño lo hace visualmente resultón y cuenta con unos muy buenos efectos visuales.
Todo apunta a que Diablo III se convertirá en el nuevo éxito de Blizzard. Y es que la empresa no solo cuenta con miles de seguidores que llevan más de diez años esperándolo, sino que también dispone de millones de nuevos jugadores que se han enganchado a su juego estrella durante los últimos años. Sin duda se trata de uno de los lanzamientos más deseados de la actual generación, sólo queda saber si la espera ha merecido la pena. En dos meses saldremos de dudas.